Ver a Thorin y Bilbo juntos era lo más adorable del mundo.
Thorin tenía tantos detalles con su hobbit.
El rey le ayudaba en todo a su amado, desde cargar sus cosas, hasta defenderlo de sus traviesos sobrinos.
Le gustaba estar el mayor tiempo a su lado.
Disfrutar de la tranquilidad que el hobbit le otorgaba.
Sobre todo al caer la noche.
Verlos dormidos juntos era tan tierno, Bilbo se aferraba al rey y este sonreía con orgullo.
Thorin se aferraba a su hobbit protectora y desesperadamente.
Como si fuera la última moneda de oro en el mundo.
Para Thorin, Bilbo era ya su mayor tesoro.
No había sentido una calidez así desde que nacieron sus sobrinos.
Ver la tranquilidad de su hermana al besar sus pequeñas cabecitas.
-Thorin necesito levantarme-
-no te voy a soltar-
-tengo que ir al baño-
-entonces te llevo-
Bilbo comenzó a reír mientras luchaba por soltarse, pero Thorin simplemente se aferraba más.
-enserio me urge levantarme-
-entonces te llevare, no te expondré a nada-
-pero...-
-Bilbo acabamos de ver gigantes de piedra, no deseo que te caigas o te aplasten.-
Estaban levantándose cuando sintieron el suelo temblar bajo sus pies.
Lo que sucedió después aún era confuso.
Trasgos, un anillo, adivinanzas, tener que escapar.
Que nadie pudiera verlo.
El ataque de los orcos.
Bilbo saltando frente a Thorin para protegerlo.
Águilas.
Su rostro siendo llenado de besos por Thorin.
Ser capturado por arañas.
Los elfos...
Barriles.
Humanos.
Y luego Erebor.
Al fin habían llegado.
Después de casi perder las esperanzas al fin estaban frente la entrada.
Los largos túneles se abrían a sus pies.
Los nervios aumentaban conforme las inmensas escaleras terminaban.
Y las brillantes pilas de oro alumbraban su camino.
En cuanto piso el oro, se sintió observado.
Deseo con tanto ahínco que fuese su imaginación.
Pero escuchaba el oro moverse.
Como si algo se escurriera entre el oro.
Cazándolo desde lejos.
Pero fue entonces que lo encontró.
El mayor y más brillante tesoro que nadie hubiera visto.
*
*
*
Bilbo comenzaba a tardar.
Ya era casi la hora desde que emprendió su descenso.
Y todos estaban preocupados.
Querían bajar a buscar al hobbit.
Pero eso sería ponerlo en más peligro.
Solo podían sentarse y esperar.
Alistando sus armas en caso de algún problema.
*
*
Era hermoso.
Su forma ovalada, sus colores tan brillantes.
El calor que desprendía.
-es por eso que viajaste hasta aquí verdad-
-eres un ladrón bastante inteligente-
-Smaug, ahora te entiendo-dijo mientras abrazaba el tesoro, que poco a poco comenzaba a enfriarse.
-eres el primero, cuando vine aquí a saldar la dueña del rey enano, él no lo entendió bien-
-no justifico lo que hiciste, pero...-
-me queda poco tiempo ladrón, cuidaras de él verdad...no dejes que escudo de roble lo toque-
-él no es tan malo.-
-ahora piensas eso, solo deja que vea el oro y me darás tú la razón-
Las alas de Smaug se abrieron, preparándose para emprender el vuelo.
No sin antes ver su único tesoro.
Acerco su hocico hasta el pequeño ladrón y los olisqueo a ambos.
-es hora de que me marche-
-buen viaje...-
-muy tarde...-
Por la entrada Thorin y su compañía se acercaban para atacar a Smaug.
Quien lanzo una ráfaga de fuego, solo para darse el tiempo de alejarse.
Bilbo grito, por suerte no lo daño.
Así que apresuro su paso y abandono el palacio.
Él había hecho lo que pudo, pero su tiempo se había terminado.
Ahora que Bilbo bolsón había llegado él podría dejar su tesoro en buenas manos.
Y esa sería también una buena venganza contra escudo de roble y los enanos tercos.
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Mi Hobbit
FanfictionNo deseaba tener estos sentimientos hacia ti, pero ahora que me he decidido... TU SERAS MIO...