Mi Hobbit

Tenemos que hablar...

La guerra fue una interminable sucesión de pérdidas.

Humanos, elfos y enanos, luchando juntos por Erebor.

Por suerte la mayor pérdida fueron de orcos.

Pero quizás la pérdida más grande, fue su ladrón.

Mientras todos se reencontraban tras la batalla, y llevaban a los heridos.

La compañía no podía dejar de pensar en Bilbo.

En donde estaría.

En que habría hecho el rey elfo a su amigo.

Estaría de vuelta en la comarca, habría escapado de la guerra...

Era un tormento horrible al buscar entre los cadáveres, temiendo encontrar a su amigo.

Si bien nadie entendía su decisión de proteger un huevo de dragón, eso no le condenaba a morir.

Ellos le querían.

Era parte de su inusual familia.

Y lo que menos deseaban era que este sufriera.

Pero cada vez que preguntaban a Thranduil, este solo sonreía y decía que tenía mejores cosas que hacer.

Así que ellos debían seguir buscando a Bilbo entre cuerpos, y cuidando de las heridas de su rey y sus príncipes.

Quienes por suerte estaban vivos.

Aquella elfa amiga de Kili, había hecho un gran trabajo con sus heridas.

Solo el tiempo les diría donde estaba su amigo.

Si estaba al menos vivo.

Aunque con ese maldito huevo, era poco probable que lo estuviera.

*

*

*

Mientras montaban atravesó del bosque, era imposible no abrazar a ese pequeño nonato.

Tan cálido, solo eso le bastaba para sobrevivir a la fría noche.

-jamáshabía visto un huevo de dragón, solo de arañas gigantes-

-debe ser aterrador enfrentarlas-

-antes me ponía nervioso, pero ya no-

-eres muy valiente, joven príncipe-

-me gusta más Legolas-

-está bien Legolas-

-creo que pronto estaremos en la comarca-

-eso suena bien, necesitamos un té caliente y un buen trozo de pastelillo de calabaza-

-Bilbo, que pasara contigo después que me marche-pregunto, algo preocupado el príncipe.

-no lo sé...en mi estado es difícil adivinarlo-

-deseo quedarme a su lado un tiempo, si usted me lo permite claro-

-eres bienvenido cuanto desees, todos lo son de hecho-

-los extraña mucho verdad-

-ellos fueron lo más cercano que tuve a una familia en tanto tiempo, al menos desde que mi madre murió-

-lo lamento-

-yo no, jamás podría lamentarme nada...menos haber abierto la puerta esa noche-

Ambos se sonrieron cómplices.

Mientras el huevo vibraba suavemente entre las manos de su madre.

*

*

*

Herido, destrozado y confundido.

Thorin despertó completamente solo en su habitación.

Una vez más había logrado defender a su pueblo...

Pero de que valía ahora.

Su Bilbo ya no estaba.

Esos malditos elfos de nuevo le habían traicionado.

Además ese hobbit traidor tenía ese maldito huevo.

No lo entendía...

Porque...

Bilbo...

¿Por qué?

-tenemos que hablar ahora mismo Thorin-

-Dis...-