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La noche estaba ya, cristal llevaba un vestido celeste, al igual que su nona, ella lo tenía todo planeado, llevo su gran mochila en el granero de su abuelo, en donde vería a Kill, todo estaba yendo bien, la música sonaba, las personas reían, algunas sacaban las cartas para hacer una jugada, claro no estaba prohibido si era algo amistoso, el ritmo del pianista era alegre, todos se paraban bailando en el centro de la sala, era la emoción del momento, cuando la hora avanzaba los invitados aumentaban, eran muchos que venían, algunos desconocidos, otros conocidos o colados por algo de comida al tocar las 22:00 horas el padre de cristal se paró en el centro tomando de la mano de su hija, aquella niña era un prodigio en el piano, y todos tenían la mirada en ella, mientras se sentaba, ella soltó un respiro y empezó a tocar el piano como si su vida dependiera de eso, soltó unas lágrimas cuando tocaba, una bella sonata, -claro de luna- sería la última vez que haría eso, solo toco el piano sin más, la viuda Perts la miraba con envidia, con odio, realmente no le agradaba la muchacha, mientras su padre solo la miraba, él no podía creer que haya preferido a su cantina que su hija, soltó unas lágrimas, no podía entregarla, pero tampoco perder su cantina, entonces pensó, es solo una niña, si la mataba nadie la dañaría, simplemente sería un accidente, o un suicidio, por no soportar que su padre se comprometiera, igual todo se puede pagar.

La sonata término, es cuando su padre anunciado aquella propuesta de matrimonio, algunos decían que ya era hora, otros reían de la felicidad de los tortolos, mientras tanto.

Una historia másWhere stories live. Discover now