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Robert Queen había hecho las compras para su cantina, tenía planeado no abrirla el día de hoy, si no pasarla junto a su futura esposa, de camino a aquella casa se fue donde el florista, como lo hacía cada tarde, desde que conoció a aquella mujer, de camino al lugar vi una figura conocida, aquella figura caminaba, tenía la forma de una mujer al juzgar por su cintura, aunque su vestimenta era de hombre, él se sentía perplejo y asustado a la vez, porque no era la figura quien lo dejo así, eran los ojos de su esposa muerta, quien tenía la figura el corrió con desespero, aquella mujer seria su esposa Eleonor, o quizás solo la conciencia quien no lo dejaba, corrió y corrió hasta que la perdió, con solo pensar en Eleonor el miedo le atormentaba, entonces solo tuvo una idea en su mente, si quizás aquella mujer estaba viva y estaba aquí, vendría a buscar a su hija, tendría que idear el plan, aquel plan que acabaría con sus temores, se fue corriendo hacia su cantina buscando un buen arma.

Una historia másWhere stories live. Discover now