00:10:00

4 1 0
                                        


Velaus un hombre de poca sangre o eso decían de él, muchos decían que era un demonio, porque siempre sabia en que momento aparecer, siempre estaba cuando alguien necesitaba dinero o un favor que lo beneficiara, aquella mañana se dirigía a la cantina a cobrar una deuda, se paró en la puerta esperando a Robert apareciera, su suerte era siempre la misma.

No cree, que es hora de pagar la deuda?

-sonrió Velaus maquiavélicamente, el señor Robert había olvidado de su trato, hace unos diez años, el necesitaba dinero, había apostado la cantina y quería recuperarlo, pero en aquel momento no contaba con el dinero, el señor velous se tomó la molestia de abrir la puerta y entrar, sacando una hoja mirando el lugar.

Te doi dos opciones, ante tu silencio amargo y crudo, puedes pagarme con una noche con tu hija, solo una, o darme tu cantina.

Robert se quedó plasmado ante la que le había dicho, una noche con su hija, sería como manchar su honor, pero su cantina era todo lo que tenía, lo que más amaba, quizás más que su propia hija, entonces Robert solo acepto quedarse con la cantina, aquella noche pagaría el acuerdo.

Una historia másWhere stories live. Discover now