Capítulo 10

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Un alma caminaba de un lado al otro. Una gran preocupación dentro de su pecho lo atormentaba sin piedad. Pensamientos crueles acariciaban con lentitud su pobre mente. Los nervios lo carcomían sin aviso alguno. Corazón con tristeza profunda y pálpitos fuera de lo normal.

Sencillamente estaba en un trance de intranquilidad donde con delicadeza era arrastrado a la desesperación y el miedo.

La persona a quien amaba con todo su ser no contestaba su teléfono y saber que horas antes se había despedido para ir a la casa de su padre, una persona que no conocía pero estaba seguro de que era alguien despiadado y sin ninguna pizca de amor o sentimiento en su corazón, solo lo alteraba y lo hacía que ideas de pesadumbre lo dislocaran haciéndolo perder el poco control que se había propuesto tenerlo desde que se dio cuenta de que su amado no respondía.

Eran las once de la noche y desde hace exactamente dos horas había intentado comunicarse con Yoongi pero cada intento era fallido. Solo la operadora con su tono programado daba aviso a que el individuo tras la línea no se hallaba o no deseaba contestar.

Soltó un suspiro de frustración era la llamada ciento-uno que hacía y la misma situación se repetía. Alzó su cabeza sintiendo como claramente las lágrimas aparecían mostrando la conmoción de su ser, cerró sus ojos y lentamente aquella gotas saladas hicieron su descendencia lenta y con calma. Su corazón rebosando con rapidez dentro de su cuerpo le mandaba espasmos por todo su contorno, apretó sus manos presionando su teléfono sujeto en una de ellas y en la libre formó un puño. Mordió su labio inferior mientras de manera tortuosa se entregaba a los brazos del llanto, dolor, desasosiego y temor.

Camino hasta llegar a la cama y una vez allí dejo caer su débil cuerpo sobre ella. Su respirar era paulatino entretanto su desconsuelo de a poco se calmaba. Lo único que rondaba en su cabeza era Yoongi, deseaba saber su paradero y el porqué de tan repentino actuar. Siempre mantuvieron una conexión estable, equilibrada, con beneficios para ambos, confiándose hasta las cosas más insignificantes por ello esta situación le dolía. Le dolía saber que su amado no quería ni deseaba hablar con él. Contarle lo que le paso o alguna preocupación que le provocara estrés.

No quería entregarse a los brazos de Morfeo por ello se negaba a cerrar sus ojos ni a acomodar su cuerpo en la amplia cama.

Solo quería a Yoongi. A su amado Yoongi.

Una llamada entrante en su teléfono lo sobresalto y sentándose sobre la cama con nada de silicio tomó su teléfono presionando el icono verde sin ver siquiera el dueño de ese inesperado acto.

-¡Yoongi!- pronunció.

-Lo siento no soy quien esperabas, soy Hoseok- dijeron tras la línea.

Y su pequeña ilusión cayó como un frasco de cristal rompiéndose en pedazos sin posible unión.

Suspiró fuertemente y continuó su habla.

-Hola Hoseok, ¿Cuál es el motivo de tu llamado?-

-Yoongi no llega aún ¿verdad?- preguntó.

Jungkook frunció su ceño.

-¿Cómo sabes que aún no ha llegado?- dijo confundido y a su vez un pequeño click apareció en su mente -¡Hoseok! ¡Tú fuiste junto con Yoongi a ver a su padre ¿verdad?!- su voz se alteró.

-Así es- respondió tranquilo.

-¡Entonces tú sabes lo que le dijo su padre!-

-Sí- la voz al otro lado del teléfono salió con un susurro de cansancio.

-¡Dime! ¡Qué sucedió! ¡¿Fue tan grave lo que le dijo como para que Yoongi no me conteste y desaparezca de esta manera?! ¡Dímelo Hoseok, por favor!- se sentía al borde de un llanto acelerado.

Destruido - ||Yoonmin|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora