Destruido - ||Yoonmin||

Capítulo 17

Dedicado a LaDivadeOMMAJin

Hoseok se encontraba delante de aquella puerta color madera con sus nervios a flor de piel y sus latidos sintiéndolos, literalmente, sobrepasar su pecho. Sus manos sudaban notablemente junto con la pequeñas gotas saladas que se deslizaban silenciosamente por su frente. Llevó su mano a ella tratando inútilmente de secarla. Tan nervioso se hallaba que sentía con claridad como el ramo de hermosas rosas se deslizaba de su mano izquierda, porque sí, Hoseok se encontraba parado frente de la casa de aquel joven de sonrisa cuadrada.

Su motivo... hablar con aquel chico.

No fue una decisión fácil de tomar y las malas noches que paso fueron la verificación de ello. Cada noche dio vueltas y vueltas en su cama, pensando delirantemente, acto que causaba fuertes dolores de cabeza y que unas grandes ojeras se apoderaran de sus bellos ojos.

Millones de sensaciones crecían cuando por su mente pasaban las escenas imaginarias que creó de él hablando con aquel muchacho, inventando cientos y cientos de diálogos donde le hablaba a Taehyung y este correspondía con una sonrisa o simplemente respondiendo sus preguntas con palabras certeras que salían de su preciosa boca. Mentiría si negara que hasta un monólogo creó para cuando estese delante de aquel chico, presentándose debidamente, con educación, con delicadeza y sencillez, como solo él solía ser. Min Hoseok. Todo aquello era lo que causaba que esas millones de sensaciones aparezcan en su momento pero ahora, en la actualidad, en el presente vivido, ninguna se comparaba a las sentía en ese instante, pues eran sensaciones distintas, muy distintas. Si las que sentía cuando estaba en su habitación, solo y jugando con su mente, eran agradables y relajantes, las que sentía ahora eran lo contrario. Desagradables y temerosas.

Pero ¿Por qué? Fácil ser el blanco de un rechazo era algo que inquietaba a Hoseok y solo lograba que su corazón saltara en su propio lugar con más fuerza, que sus manos y frente sudaran más y que espasmos comenzaran a aparecer en su cuerpo.

Cerró sus ojos, apretándolos a su vez y dejó escapar un potente suspiro para de esta manera tratar de tranquilizar a su asustado cuerpo.

Esta es tu oportunidad y arruinarla no es para lo que hemos venido. Se dijo.

Abrió sus ojos con toda la firmeza y valentía con la que había llegado, dispuesto a tocar aquella puerta y cumplir con el objetivo que se planteo.

Conquistar a ese muchacho...

Las dos hora que se tomó para eligir su mejor traje, la hora que se llevó vistiéndose, perfumándose, peinándose, viéndose en un espejo, la hora y media que se llevó para seleccionar el mejor ramo de rosas, la tres horas que se tomó en dar con la casa del castaño, la media hora que se llevó estar allí parado y las malas noches no serían en vano. Si había llegado hasta donde llegó no se iría con las manos vacías.

Una aceptación o un rechazo...

Si bien el hecho del rechazo lo alteraba y si este se daba lo aceptaría, pues como pensó, no se iría con las manos vacías.

Suspiró nuevamente llevando su mano libre hacia su traje para desaparecer cualquier arruga que se haya hecho miestras conducía y daba vueltas para llegar a la casa de Taehyung, debía estar presentable, muy presentable.

Listo para declararse.

Aquello se lo había dicho Jimin luego del incidente en la cueva del árbol.

Aún lo recordaba con claridad.

La textura suave y delicada de aquellos labios lo envolvía en un ensueño placentero, relajándolo por completo. Haciéndolo olvidar el presente para solo enfocarse en la profundidad de aquella delicia tocada por sus labios. Era una sensación perfecta, un sentir maravilloso. Era algo... algo sin explicación alguna.