2 semanas después
El agua caliente y la espuma con olor a vainilla, es una sensación tan agradable. Mientras siento mi cuerpo totalmente relajado, pienso como me fue esta semana.
En los estudios me fue bastante bien, tuve dos exámenes de literatura y fundamentos del arte los cuales aprobé con sobresalientes. En la academia de baile tenemos tres coreografías para navidad, una en pareja, otra en cojunto y una individual, esta última es la que más miedo tengo porque bailar sola me da inseguridad, al bailar delante de tantas personas todos se fijan en como lo hago y eso me intimida. Cuando es en pareja o somos varias personas me siento mejor, pero igual tendré que hacerlo. Y en teatro voy mejor de lo esperado, me hace perder timidez y es justo lo que necesitaba.
Sinceramente desde que me crucé con aquel joven, moreno de ojos azules, no he podido dejar de pensar en él y de querer volver a verlo. Cierro los ojos y veo su perfecto rostro, sus dos ojos profundos mirándome fijamente y hasta puedo oír su voz tan sensual. No entiendo que me pasó, una atracción demasiado fuerte recorrió todo mi cuerpo, era una sensación totalmente distinta que nunca sentí, sin embargo quería seguir sintiéndolo. Recuerdo cuando estuve con Álvaro, ni cuando me besaba sentía ese ardor dentro de mí y Alex, que ni siquiera lo conozco, me hace arder tan sólo con mirarme.
Estuve tan metida en mis estudios, academia y teatro que no ví a Irene ni un solo día. No le conté lo que me pasó con Alex porque seguramente no lo veré más y se me olvidará. Además, pondría el grito en el cielo si le hablo como lo pienso porque nunca hablé así de nadie. Esta noche Irene celebra su veintiún cumpleaños y va a ser una gran fiesta, ella es de las que invita a más de cien personas.
Suena el timbre.
-¡MAMÁ! ¡ABRE! -grito- nadie contesta por lo que deduzco que salió, salgo de la bañera, envuelvo mi cuerpo en una toalla y bajo.
-Que buen recibimiento -dice mi amigo Oliver al otro lado de la puerta-. Pena que soy gay porque si fuera hetero no dejaba nada de tí -se ríe.
-Estaba bañándome cariño, estaba en mi momento de relax.
-Siento interrumpir, espero que no esté tu madre -dice entrando.
-Por suerte no está -suspiro.
-Ayer te dejaste estos apuntes en mi casa y supongo que los necesitarás.
-Ay, gracias. ¿Quieres algo de tomar?
-Gracias mi amor pero ya me voy, no quiero encontrarme a la bruja de tu madre -me dice riéndose y me da un beso-. Nos vemos el lunes.
Me despido rápido de Oliver, vuelvo al baño a terminar de secarme y vestirme.
****
A las seis de la tarde pasa Irene a buscarme, ya que me tengo que arreglar en su casa porque mi madre no sabe nada. Doy gracias que mi madre no esté hoy en casa, le dejo un mensaje diciéndole que me voy a casa de Irene a dormir, que regresaré mañana por la tarde y que no se preocupe.
-¡FELICIDADES MI AMOR! -le digo a mi mejor amiga mientras la abrazo-. Estás vieja ya eh.
-Gracias cariño mío -me da un beso-. Pues esta vieja folla como dios -se ríe.
-Destacas por lo sutil que eres -digo con ironía.
-Te he echado de menos estás semanas tonta.
-Y yo a tí -nos subimos al coche y le doy mi regalo.
-Te como la cara -me dice Irene cuando termina de ver los regalos.
Le compré un cuadro con muchas fotos nuestras desde que nos conocimos hasta ahora, una pulsera que yo también llevaba en la que ponía "I" de Irene y de Irlanda, ese lugar es muy especial para nosotras y hemos vivido momentos increíbles allí. Y unos tacones que se enamoró uno de los días que salimos al centro comercial.
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¿Amor o Lujuria?
RomanceSofía, con diecisiete años, es una chica buena, responsable, tranquila e inocente, con mucho carácter y algo insegura. Vive en Madrid con su madre, ya que su padre reside en Irlanda por asuntos de trabajo. Su vida da un giro de trescientos sesenta g...