Le doy un beso tierno en los labios, agarra mi cintura, presiona mi pecho contra el suyo y me besa como si de ello dependiera la vida, tanto deseo en cada uno de sus movimientos y tanta lujuria en cada mordida.
-Me tienes completamente loco -dice rozando mi labio inferior con su dedo pulgar-. Sube, te enseñaré un bonito lugar -abre la puerta del audi.
-¿A dónde me vas a llevar? -digo algo alterada. Cuando me roza, mis terminaciones nerviosas se activan de una forma brutal.
-No seas impaciente, es una sorpresa. Te va a gustar mucho -responde tocándome la pierna por encima del pantalón vaquero que llevaba.
Lo miraba mientras conducía y me explotaba el corazón de amor. Su perfecto perfil, su pelo moreno con algunas mechas claras en la parte de arriba y la barba de hace tres días. Sus grandes manos y gruesos dedos en el volante me volaban la cabeza. Ni hablar de esos vaqueros ajustados y marcando todo. Estaba tan sexy. Tengo que decirle lo que siento y sacar esto que me está matando.
Pasaron diez minutos desde que emprendimos este camino.
-Alex, necesito hablar contigo -corto el silencio y la música que estaba sonando.
-Ya estamos llegando, después me lo dices.
Entonces miré a mi alrededor, había grandes árboles, de hoja caduca y muy frondosos. Verdes plantas florecidas con distintos tipos de hojas. Un precioso lugar tranquilo y lleno de paz. Salimos del coche, cogió mi mano y conforme íbamos andentrándonos en el verdoso campo, al fondo había un río transparente.
-¿Te gusta? Estás muy callada.
-Es increíble este lugar, se respira paz y tranquilidad.
-En Irlanda hay muchos lugares así, desde pequeño me encanta el río. Y me encantaría comerte a besos aquí -tira de mi mano hasta caer en sus piernas, me tiende sobre el césped frío y muerde mis labios. Nuestras lenguas se deslizan, su rico sabor inundando mi boca y sus manos acariciando mis piernas.
-Me muero por tí -digo entre jadeos.
Me rodea entre sus brazos y nos acercamos más al río. Se quita la camiseta, desebrocha sus vaqueros y los deja caer al suelo junto a sus zapatillas nike. Frente a mí en bóxers, tira de mi pantalón hasta estar totalmente juntos.
-Quiero ver como te desnudas -dice rozando mis labios.
-Mmm, siéntate y verás.
Obedece mi mandato y me pongo entre sus piernas de pie. Dejo caer la chaqueta vaquera. Tiro hacia arriba de mi camiseta de tirantes hasta quitarla, hago un gesto sexy, se la pongo por encima de los hombros y continuo quitándome el sujetador. Acerco mis pechos a su rostro, cuando casi tiene el pezón dentro de su boca, lo quito. Chupo mi dedo índice y masajeo en círculos mis pezones. En sus ojos había fuego y ganas de devorarme.
Sin pensárselo un segundo agarra mis nalgas, muerde mis pezones con unas ganas inmensas y veo como sus bóxers están totalmente levantados. Rodea mis piernas en su cadera, salta y nos sumergimos en el frío y profundo río. El ardor de nuestros cuerpos pegados al contraste de lo congelado. Su piel desnuda contra la mía, mojados, ardiendo y sintiendo frío a la vez; sensación indescriptible.
Nuestros besos se intensifican. Nos rozamos para sentir el calor, puro fuego había en mi interior, ni siquiera la heladez del río podía calmar esto que me quemaba. Él estaba muy excitado, quería devorarme y no dejar nada de mí. Y yo deseaba que lo hiciera. Entró en mí bruscamente, se me cortó la respiración, pero quería que me penetrara sin parar. Embestidas sin cesar, entre jadeos, roces y besos descontrolados. Mis uñas se clavan en sus hombros, me arqueo y me dejo llevar por el intenso placer hasta quedar totalmente saciada.
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¿Amor o Lujuria?
RomansSofía, con diecisiete años, es una chica buena, responsable, tranquila e inocente, con mucho carácter y algo insegura. Vive en Madrid con su madre, ya que su padre reside en Irlanda por asuntos de trabajo. Su vida da un giro de trescientos sesenta g...