Capítulo 12

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Después de explicarle todo a Irene, desde que lo conocí hasta el último encuentro. Mi mejor amiga pensaba que lo había conocido en su fiesta de cumpleaños, se llevó una gran sorpresa cuando le dije que fue el día que salimos al pub y entendió porque estaba tan extraña esa noche.

Me repitió mil veces que debería de habérselo contado desde la primera vez, pero le dije que al principio pensaba que no lo iba a ver más y se me olvidaría. Ella me respondió "si esa persona es para tí, el destino se encargará de que así sea".

Son demasiadas coincidencias. Irene lo conoció uno de los años que yo no fuí a Irlanda, perdió su contacto, es decir sólo Alison hablaba y se veía con él. Hace poco tiempo que está aquí, se reencontraron y actualmente es su jefe. Y el día del pub, la magnífica idea que tuvo de llevarme a un nuevo sitio. La casualidad que lo conocí allí. Después insistió mucho en conocerme y yo no cedía, pero finalmente me pudo su forma de seducirme.

Le pregunté a Irene sobre Alex, me dijo que siempre fue muy conservador y no le gusta hablar sobre su vida. Misterioso desde que lo conoció en nuestro campamento y atrapador de mujeres, tenía a todas las que quería a sus pies. ¿Qué tendrá que esconder un gran empresario como él? Hasta donde sé, empezó en Irlanda siendo el jefe de una de las empresas más importantes y hace un año llegó aquí, lo que supongo que allí alguien la manejará.

También me contó sobre el día de su cumpleaños, Alex le advirtió que no podía seguir bebiendo sino se vería obligado a despedirla de su empresa. Y que yo también tenía que parar. Irene estaba tan ebria que se le olvidó contarme al día siguiente. Sinceramente esto me dejó de piedra. ¿Quién era él para decirnos lo que teníamos que hacer?

Sin más demora llego a mi casa. Llevaba todo el día sin ver a mi madre, que liberación. Cuando entré a mi casa mi madre estaba en la cocina podía escuchar el sonido de la plancha y el olor a filetes de pollo. Me entró mucha hambre.

-Sofía, quiero hablar contigo -me dice mi madre al ver que había llegado.

-¿Qué quieres mamá? -pregunto asomándome a la puerta de la cocina.

-Últimamente haces cosas muy raras.

-Lo de siempre.

-No me digas lo de siempre porque no te creo. ¿Has conocido a alguien? o ¿Tienes novio?

-¿Y este interrogatorio?

-Por tu actitud este último mes.

-Estoy igual, tú sí estás peor. Estuvo muy mal eso que hiciste con Álvaro y no te hagas la tonta porque sabes perfectamente de que te hablo.

-Me gusta ese chico para tí, todavía no entiendo porque lo dejaste.

-Entiende de una vez que no quiero que controles mi vida y que todo lo que te guste a tí no me tiene que gustar a mí.

-Quiero lo mejor para tí.

-Pues tal y como te estás comportando parece todo lo contrario -dije saliendo de la cocina.

-¿No vas a comer?

-Se me han quitado las ganas -sin decir una sola palabra más me fuí directa al baño.

Que insoportable era ésta mujer. Empezaba con su maldito discurso de que quiere lo mejor para mí, pero no me deja hacer lo que realmente quiero.

****

Una buena ducha para relajarme me vendría bastante bien así que eso hice. El agua caliente recorriendo mi rostro, pechos, vientre y piernas hasta acariciar mis pies. Sentí como mis pezones se endurecían y con el dedo índice lo apreté suavemente, un cosquilleo recorrió todo mi cuerpo. Deseaba de Alex ahora mismo, sus labios mordiendo y chupando mis pezones me hacían retorcerme de placer.

¿Amor o Lujuria?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora