ALEX
Después de llevar a Sofía hasta su casa, me dirijo a la empresa. Que estaba llegando dos horas tarde pero al ser el jefe nadie me podría decir nada, además tengo personal de sobra para que me cubran en estos casos.
Nunca suelo llegar tarde a trabajar y menos por una mujer, en esta ocasión fue distinto y no me importó hacerlo. Ella tenía algo que me atrapaba y quería más. Esa chica de pelo largo, castaño claro con algunas mechas rubias producidas por el sol, esponjoso y ondulado me volvía loco. Ni hablar de sus dos ojos verdes y expresivos. Cualquier hombre en su sano juicio perdería la razón ante semejante cuerpo, voluminosos pechos, piernas firmes y tonificadas, glúteo para apretarlo y no soltarlo, y curvas perfectas.
Desde la primera vez que la ví, sabía que sería mía. Ella sabe como todas las mujeres con las que he estado, que sólo la quiero para disfrutarla aunque jamás le haría daño, es tan tierna e inocente. Sigo pensando que se vive mejor soltero sin depender de nadie. Enamoramiento y cuentos de películas no van conmigo, más bien prefiero las películas porno y hacerla gozar como nadie lo hará. El hecho de que yo sea el primero en su vida sexual, con quien ha conocido y disfrutado de su primera experiencia me satisface el doble. Puedo decir que he disfrutado más con ella que con cualquier mujer, fue una noche explosiva de lujuria.
Recuerdo su labios rozando mi pene, chupándolo con fuerza y girando la lengua por la punta y el pantalón me hace presión. "Tengo que dejar de pensar o voy a tener que calmarlo ahora mismo" pensé.
De repente suena el móvil y mis pensamientos se evaporan.
-Hey Alex. ¿Cómo va todo? -dice mi amigo al otro lado.
-¡Jon! ¡cuánto tiempo! ¿Estás por aquí?
Jon es uno de mis mejores amigos que conocí en Irlanda hace un par de años, es psicólogo y está siempre de un lado para otro.
-Por eso te llamo, voy a estar en Madrid por un largo tiempo y quiero verte. Hace tanto no hablamos en persona.
-Que alegría, si te parece quedamos el viernes por la tarde -dije ilusionado porque volvería a ver a uno de mis mejores amigos-. Voy a entrar ya a la empresa, hablamos por whatsApp -añadí.
-Me parece genial, nos vemos, un abrazo -nos despedimos y cuelgo.
Se abre la puerta exterior.
-Buenos días señorita -le digo a la recepcionista como de costumbre.
-Buenos días señor. ¿Algún encargo para hoy?
-Hazle saber a la señorita Irene que se dirija hacia mi despacho en media hora, gracias.
Asiente y subo en el ascensor hasta el cuarto piso, recorro el largo pasillo hasta llegar a mi oficina y nada más entrar veo que hay alguien esperándome sentada en mi sitio.
-¿Se puede saber que haces ahí? ¿cómo cojones has entrado hasta aquí? -pregunto con el ceño fruncido.
Sin decir nada se levanta de mi silla y se coloca frente a mí a unos centímetros de distancia.
-Alex, tengo ganas de tí, estoy muy caliente -me dice agarrándome el pene encima de los pantalones.
-Vete ahora mismo y como vuelvas a entrar aquí sin mi permiso, no me vuelves a ver en tu vida -respondo quitando sus manos y poniéndolas tras ella.
-Uf, me hablas así y más ganas me dan -suspira.
-Alison te estoy hablando enserio, tengo trabajo y la empresa no es lugar para lo que estás pensando -digo dirigiéndome hacia la puerta.
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¿Amor o Lujuria?
RomanceSofía, con diecisiete años, es una chica buena, responsable, tranquila e inocente, con mucho carácter y algo insegura. Vive en Madrid con su madre, ya que su padre reside en Irlanda por asuntos de trabajo. Su vida da un giro de trescientos sesenta g...