Ya es hora de pasar página

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No sé por qué siempre me dejo convencer. Bueno, en realidad, no es culpa mía. Es su culpa y de su maldito don de convicción suprema.

-¡Vamos ____! -la miro con cara de pocos amigos mientras arrastro mis pies.

Ethan, que va cogido de su mano, me lanza una mirada de disculpa y yo le sonrío para dejarle más tranquilo. No tiene la culpa de que su novia sea una loca hiperactiva que no para ni un solo segundo.

-¿Señorita Evans? -asiento a la mujer con uniforme azul y le entrego todo lo que me pide. Espero unos segundos a que me identifique mientras que mi estómago comienza a revolverse.

-¿Ya está todo? -pregunto cuando me lo devuelve.

-Sí, buen viaje.

"Buen viaje" Sí, claro. Será bueno si ese cacharro enorme de metal, que pretende parecerse a un pájaro, no se cae y nos mata a todos...

-¿Nerviosa? -me pregunta Ethan con media sonrisa dibujada en la cara. Yo le fulmino con la mirada y me pongo los auriculares.

Le doy al play y Do or Die de 30 Seconds To Mars comienza a sonar. Aprovecho el buen rollo y energía que siempre me da esta canción para relajarme un poco. Cosa un poco complicada cuando estoy entrando en una de las cosas que más pánico me da en este mundo; un avión.

¿A quién le puede dar seguridad una cosa tan grande que lleva gente dentro y que vuela? A mí, no.

Para mi desgracia el vuelo no es directo ya que no nos lo podemos permitir. Menos aun habiendo tenido que pagar los gastos extra para traer a Ada. Primero hacemos escala en Nueva York, luego en Londres y muchísimas horas y pastillas de biodramina después, llegamos.

Cuando desembarcamos en el aeropuerto y cogemos nuestras maletas, salimos a buscar un taxi. Ethan y Nerea están muy entusiasmados pero yo entre el mareo y el Jet lag me quedo dormida.




«¡Joder!»

Cierro los ojos rápidamente y llevo mi mano derecha a mi cabeza. Me doy la vuelta maldiciendo mientras sé que no estoy ni en mi casa ni en mi ciudad. Me froto la frente con intensidad a ver si el terrible dolor se va pero ni de coña. Esto es peor que la resaca.

Estoy varios minutos intentando volver a dormirme. Tal vez de esa manera no me dolerá más la cabeza. Pero al final, cuando me doy cuenta que es imposible dormir así, me incorporo lentamente.

Miro a mi alrededor y no reconozco dónde estoy. Recuerdo estar en el taxi pero después no recuerdo haber salido de él. Mi hermano tuvo que haberme subido a la habitación...

Me bajo de la cama y me doy una ducha que alivia bastante mi dolor de cabeza. Envuelta por una toalla salgo al balcón de mi habitación y respiro hondo con los ojos cerrados. Huele a mar.

Cuando los abro puedo ver la playa de Barcelona en todo su esplendor. Johnny se ha superado regalándonos una semana en este hotel, es magnífico. Aunque si Nerea no hubiera insistido e insistido durante meses no hubiera venido.

Entro de nuevo a mi habitación, cierro las cortinas y me visto. Decido ponerme un vestido corto azul y coger una coleta para cuando se me seque el pelo. Cuando voy a coger la goma de pelo me encuentro con una nota.

Estamos en la piscina del hotel. Si acabamos antes de que te hayas despertado seré tu despertador personal.

E.

Hago una bola con el papel y salgo de mi habitación, no sin antes coger la llave de la habitación que Ethan habrá dejado esta mañana junto a la nota.

Still Into You [BSE III] | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora