Still Into You [BSE III] | Harry Styles

Enganchados

Cojo la cámara de fotos de su mano centrando todos mis sentidos en esa simple y aparente fácil acción. Sé que si no lo hago, no seré capaz de cogerla como una persona normal.

Noto mis ojos empañarse mientras recuerdo, gracias a la cámara, cómo Harry me pidió ser su novia hace unos cuantos veranos. Hemos pasado mucho juntos, demasiado. Sí, podríamos cortar por lo sano. En realidad, sería lo más sensato. Pero… ¿es lo más sensato lo mejor?

Alzo la mirada y junto mis ojos con los de Harry. Se está mordiendo el labio inferior mientras me atraviesa con la mirada. Esa mirada que tanto adoro y necesito.

No hace falta nada más. Lanzo la cámara desechable a la arena y me tiro a sus brazos. Harry me coge y los dos juntamos los labios a la vez. Me aferro a él con toda la fuerza que tengo.

Nuestros labios se mueven al unísono y nuestras lenguas bailan. Nunca me había sentido tan feliz cómo en este mismo instante.

—¿Eso es un sí, no? —Sonrío en los labios de Harry cuando oigo la voz de Louis.

Después de dar por acabado el beso giro mi cabeza hacia la derecha y los veo a todos “escondidos” detrás de la maleza.

Suelto una carcajada y, con ella, todo el estrés acumulado. No me esperaba esto, para nada. Me ha tomado completamente por sorpresa. Cuando acabo, vuelvo la mirada hacia Harry y le contesto:

—¡Sí, sí, sí! —Y, después de darle mi respuesta, vuelvo a juntarme a él.

Les hago un gesto con la mano a los demás para que se vayan, mientras sigo besando a mí Harry.

Cuando nos separamos, junto mi frente contra la suya.

—¿Está pasando de verdad? —pregunta, con los ojos cerrados.

—Sí —murmuro nerviosa y emocionada—. No puedo creérmelo.

Harry abre los ojos, separa nuestras frentes, coge mi barbilla y acerca nuestras bocas. El beso es muy suave y dulce y, cuando acaba, deja besos húmedos desde mi boca hasta una de mis orejas.

—Yo sí que no puedo creérmelo. Te juro que haré todo lo posible y más para que esto funcione.

—Ya esta funcionando.

Una gran sonrisa se dibuja en su preciosa boca.

—No sabes cuanto te quiero —gime antes de volver a besarme. No sé cómo pretendía olvidar a este chico. Es imposible.

—Ponme el collar —le pido con nuestros labios separados por centímetros. Él asiente y mete la mano en el dobladillo del bañador. Deja sus largos dedos más tiempo de lo necesario y recorre más piel de la que necesitaba.

No puedo evitar soltar un pequeño gemido que provoca que Harry retire su mano de allí como si quemase y suelte una risa ronca.

—Más te vale que no hagas esos ruidos si no quieres que te…

—¡Ponme el collar! —exclamo interrumpiéndole. Sé que si lo dice en alto, será mucho más difícil de ignorar.

Harry asiente, me da un beso rápido en los labios y me hace girar. Después de apartar suavemente mi pelo hacia la derecha, me pone el collar. Bajo la cabeza y lo miro. Es precioso.

—Me encanta —siseo.

—A mi me encantas tu —dice haciéndome girar y juntando nuestros cuerpos de nuevo—. Por cierto, una cosa.

—Dime —murmuro perdiéndome, una vez más, en sus ojos.

—Que sea famoso —dice mientras se separa de mí y da unos pasos por la arena—, no significa que las cosas me salgan gratis.