No te dejaré, no otra vez. Guerreras Maxwell. (PAUSADA)

El árbol

Seis años antes

Bodrick

Estoy muy nervioso, por fin he decidido declararme a Johanna. Ya no aguantaba más, no puedo pasar un solo día más viendo como se me escapa de las manos.

- ¿De verdad vas ha hacerlo?, no me lo creo.

- Sí hermano, ya no puedo ocultarlo más.

- ¿Qué pasará si ella no siente lo mismo? Es  tu mejor amigo y eso os complicaría las cosas. Quizás la pierdas hermano.

- Lo sé. - Perder su amistad es lo que realmente me da miedo, no sé que haré si ella me rechaza y no quiere saber nada de mí, creo que moriría. - Pero si no lo hago jamás sabré que pudo ser si... si ella me correspondiera.

- Hazlo hermano pero antes tranquilízate.

- Gracias Liam. No sé que haría sin ti tío.

- Tendrías que buscarte otro mejor amigo y dudo que lo encontraras tan bueno como yo.- No dudo en reírme a carcajadas pero sé que tiene razón.

- ¿ Por qué tendrías que buscarte otro mejor amigo? - esa voz me lleva a la locura cada vez que la oigo. La estaba esperando y ahora estoy temblando como todo un cobarde.

- Porque ,obviamente, este chico es el más desastroso que hay en toda Escocia.

Johanna ríe ante su comentario y me toca el hombro para que me gire a verla porque he sido incapaz de hacerlo desde que ha llegado. Me giro y me mira con un ceja alzada, una característica típica de los McRae.

- ¿Estás bien? - me pregunta con una clara preocupación en la voz y en el rostro- si quieres vamos otro día a la cascada.

- No estoy perfectamente, solo estaba pensando en mis cosas.

- Vale  mentirosillo. ¿nos vamos?- asiento y ella se despide de Liam que la mira extraño y cuando dirige su mirada a mí me sonría y se va.

- ¿Por qué me ha mirado así?- pregunta esta pantera y en cuanto me mira se me olvida Liam y me encojo de hombros, ella sonríe mientras niega con la cabeza y nos encaminamos  a la cascada.

Es una parte del bosque que encontramos mientras cazábamos donde hay una increíble cascada con un precioso lago bajo ella. Tiene una vista preciosa desde  lo alto de la piedra, desde donde saltamos.

Ahora mismo me encuentro ahí, mirando el salto que hace Johanna y creo que no hay mejor momento que este para decirle todo lo que siento por ella.

- Pantera. - Este es un mote que le puse cuando éramos pequeños, cuando oí a su tío llamar gata a su mujer y se me ocurrió hacerlo mismo con Johanna y no encontré un animal que se asemejara más a ella que la pantera.

Ella levanta su vista hacía y mí, me sonríe y eso me da valor.

- Te amo- digo sin más y me lanzo. Cuando saco la cabeza del agua Johanna me mira muy sorprendida y ahora se lo digo cara a cara. - Te amo como nunca he amado a nadie, eres mi primer y único amor Johanna. - Me ido acercando a ella progresivamente y ahora no estoy a más de diez centímetros de ella.

-¿Por qué? ¿Cuándo?  ¿Cómo?- todas estas preguntas salen de sus labios con gran velocidad y la última pregunta la termina diciendo con voz temblorosa. Sonrío y la contesto.