Código: KND: La 9na Era (L.1*)

Capítulo 25: Operación: T.R.A.I.D.O.R. (2° Parte)

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Narra 2

En este mundo existen 4 clases de traidores, la primera sería la más común, aquellos que buscan algún beneficio propio a cambio de darle información valiosa o algún objeto significativo, como el módulo de código que una vez fue robado, es por ello que empezare a interrogar a quien haya podido sacar provecho de esto, lo que me llevo a dirigirme a la oficina temporal de 362 dentro del almacén, al entrar visualicé a mi primer sospechoso que me veía desde la entrada.

—¿Qué hay numero Dodo? ¿Cómo te encuentras?— De momento soné amistoso mientras me acercaba a su silla.

—Mejor, ya no me duele tanto el cuerpo, no estoy hecho para las batallas. — Creo que intento hacer una especie de chiste, malo para mi gusto.

—No, no lo estás... — Note que Rachel estaba más atrás así que continúe hablando pero esta vez mas seriamente, soltando mi hipótesis. —Es por eso que traicionándonos podrías asegurarte que en un futuro un ejército de adolescentes te ayuden en el momento en que cumplas 13 años. — El me miro raro pero su respuesta me dio a entender que era su cara de confundido.

—¿Qué...?— Di una mirada rápida hacia su espalda solo moviendo las pupilas de mis ojos, para saber si había logrado captar la atención de nuestra líder suprema, ella nos miraba expectante, pero eso no bastaba, necesitaba tenerla de mi lado, es decir que me diera su permiso para investigar a mis anchas los hechos, así que a continuación, tome a numero Dodo del cuello de su camisa con ambas manos acercando su cara a la mía.

—¡No te hagas el desentendido! ¡Confiesa ahora!— No me contesto del shock del momento, supongo que no se esperaba que fuera agresivo, cuando salió de su asombro comenzó a forcejear conmigo, intentaba que lo soltara ejerciendo fuerza con sus manos sobre mi antebrazo.

—¡2! ¡¿Qué crees que estás haciendo?!— 362 nos separó colocándose luego en el medio de ambos, su mirada seria me decía que me abstenga a las consecuencias sino le daba una respuesta que la convenza de tal acto barbárico.

—Existe un traidor entre nosotros que ayudo a los adolescentes, por todas las personas que salieron perjudicadas descubriré: ¿Quién es?— Como su expresión se había suavizado un poco pensé que mi explicación sirvió, mas su pregunta luego me dejo en claro que aún tenía dudas de mi capacidad.

—¿5 te ordeno hace eso?— Lo mejor era evadir esa respuesta porque ella no me mandaría ni aunque estuviera despierta, desde su punto de vista yo solo estoy "jugando" a ser detective, que solo he tenido suerte en resolver algunos casos.

—¿Qué sucede 362? ¿Estas intentando que no descubra su identidad? ¡¿Acaso estas involucrada?!— Fingí terror ante lo que pronuncie, una buena forma de evitar responder preguntas incomodas es poniendo nervioso al otro y funciono.

—¡Por supuesto que no!— El efecto dura pocos segundos así que uno tiene que aprovechar rápidamente.

—¡Bien! Entonces no te molestara que este investigador privado haga su tarea de verano. — Me señale a mí mismo dando más énfasis a lo que decía. —¿Dónde estaba...?— Pongo mi mano en mi mentor para parecer que pensaba a la vez que caminaba pasando disimuladamente a lado de ella. —Ya recordé. — Apunto con la misma mano a numero Dodo. —¡Confiesa, tengo pruebas que podría usar en tu contra!— Finalmente logro que me mire molesto, es más fácil hacerle confesar de un crimen cuando no miden lo que dicen por el enojo, el subconsciente muchas veces te traiciona sin que lo sepas.