Capítulo 43: Operación: D.O.L.O.R. (12° Parte)

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N/A: Pido disculpa por la tardanza, sigo sin pantalla propia.


Continúa la transmisión...


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Narra Abby


Conservo muy pocas memorias de cuando tenía 5 años pero recuerdo lo esencial para saber porque era tan tímida. Mi papá estaba cursando sus prácticas en el hospital, a lo mucho solo lo veíamos una vez a la semana, mi mamá tenía dos trabajos para mantener a la familia así que tampoco la veía mucho, prácticamente solo venía a dormí, mi hermano mayor estaba en una especie de etapa que tienen los adolescentes, no podría estar sentando tranquilo en la casa así que salía y no se solía aparecer hasta la noche, mi hermana era peor, ella desaparecía por varios días, no lo sabía pero en ese entonces debía cumplir con las misiones del KND.

Mis días antes del kínder consistían en levantarme a tiempo para poder desayunar con mamá antes de que se fuera a trabajar, luego escuchar las discusiones que tenía mi hermana con ella mientras comía mi cereal, acerca de porque tenía que ser ella quien me peine y me de alimento cuando la adulta no estaba, se puede decir que la profesión de niñera la aprendió conmigo. Luego iba con mi hermano porque él no se levantaba solo y siempre me mandaba a mí a despertarlo pero eso no me molestaba, era divertido, todas las mañana fingía ser un monstruo momia, cubriéndose con las sábanas blancas para perseguirme, jugábamos hasta que la voz de mamá le volvía a exigir que se vistiera para la escuela, tenía 18 años así que cuando empezó mi ciclo escolar (en el kínder) él ya no estaba con nosotros.

Todos se iban de la casa, dejándome con la abuela, que era como está sola porque enseguida se dormía en la silla, pero algunas veces contadas con los dedos de una de mis manos ella aguantaba el sueño y me contaba cuentos. La protagonista siempre era una niña, "una cazadora de dulces", que tenía las más grandes aventuras en su vida diaria para buscar golosinas alrededor del mundo, y traerlas para los pobres niños que trabajan en las fábricas de tapiocas para un adulto muy malo que solo le interesaba someter a todos los niños, privándole de sus juguetes, sus juegos y sus dulces, o al menos eso pensaba porque dicho adulto nunca descubrió a la niña que le traía felicidad al resto con sus descubrimientos. Ella siempre terminaba con una frase sus relatos: "la amistad vale más que cualquier dulce, por eso nunca dejes de compartirlos, algún día entenderás que pequeños actos como ese pueden hacer la diferencia, sé siempre buena porque un corazón bondadoso es más dulce que cualquier golosina."

El resto de mi tarde era mira televisión ya que no tenía con quien jugar, había un programa que me gustaba, con todos los animales de una granja, había una oveja como Merry, era la única que hablaba en 3ra persona, me encanto desde la primera vez que la vi así que empecé a imitarla, claro que mi familia no noto la diferencia porque casi ni hablábamos.

Cuando los programas eran muy repetitivos o no encontraba nada para mirar, jugaba con mi muñeco usando cualquier cosa de la casa, así que me sabia la ubicación de cada objeto, excepto el ártico porque era muy pequeña para alcanzarlo o el patio porque me prohibieron salir afuera, por lo que las puertas que daban al mismo estaban cerradas con llave.

Generalmente mi hermana no venía para darme de comer por lo que buscaba mi propia comida en la heladera, ella no se aparecía hasta muy de noche, como unos 5 minutos antes de que llegara mamá, a veces ni se mostraba por días enteros, pero siempre me traía una bolsa de dulces cuando ponía un pie en nuestra casa, para comprar mi silencio y que no la acusara, no me molestaba estar sola así que para mí era ganancia porque los adultos no me compraban dulces.

Código: KND: La 9na Era (L.1*)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora