Capítulo 13: Heridas emocionales.

840 94 89
                                    

Yui se quedó helada. Sospechaba lo que Akari intentaba decir con aquella pregunta, pero temía confirmar su significado.

—¡¿Los resultados revelan una intervención con una cápsula de repetición?! —preguntó Chitose, alarmada.

Akari asintió sin pronunciar palabra.

—¿Y qué significa eso, Akaza-san..? —irrumpió Ayano, preocupada—. ¿Es... peligroso para ella?

—Bueno... Como ya sabes, las agentes del Departamento de Dimensiones deben llevar en su equipamiento dos cápsulas, una de cada tipo. Una de ellas es la que ya conoces, la cápsula de amnesia. Las de repetición se efectúan sobre una persona de igual forma. Una cápsula de repetición es aquella que interviene directamente en la mente del individuo afectado, haciéndole retroceder en sus recuerdos para poder así sustituirlos por otros. Una vez que se rompe la cápsula en presencia de la persona a la que se quiere afectar, ambos retroceden no más de varias horas a un momento que el propietario de la cápsula decida. El efecto de ese cambio puede manifestarse horas después, y deben usarse con cuidado ya que pueden provocar grietas dimensionales. Y obviamente si se utiliza repetidas veces sobre la misma persona, incluso podrían provocarle un ictus, y sería mortal. Pero Kyoko-chan solo parece haber sido afectada un par de veces, así que no hay riesgo alguno —Akari dirigió su mirada a la chica rubia, viendo cómo ésta no separaba sus manos de su cabeza—. Pero es normal que al menos tenga esos dolores de cabeza.

—Hay algo que no entiendo, Akari —interrumpió Yui—. Ayano también tomó una decisión que no se correspondía con la realidad que conocemos, pero no acabó afectando en nada.

—¿Y cuál es esa decisión? —preguntó la científica.

—No besó a Kyoko cuando le declaró sus sentimientos.

—¡¿P-pero cómo voy a hacer eso?! —siguió Ayano, nerviosa.

—De hecho, lo hiciste. Nuestra Kyoko nos lo contó —le respondió Yui.

—¡P-pero..!

—Recuerdo que fui yo quien te aconsejó que lo hicieras así, Ayano-chan —siguió Chitose—. Y la Ayano de nuestra dimensión sí besó a Toshino-san, tal y como le dije.

—E-entonces... Yo también debería haber seguido tu consejo, ¿no? Se supone que todas las Ayano pensamos igual... —reflexionaba la joven.

—Exacto —contestó Chitose.

—P-pero lo importante es que me declaré a Toshino Kyoko, ¿no? Que la b-besara o no, no tiene tanta importancia... —decía Ayano, con un leve sonrojo en sus mejillas.

—En teoría, cualquier pequeño detalle puede cambiar lo que viene después, Ayano-chan —siguió Chitose.

—¿Y-y qué hay de Toshino Kyoko? ¿Qué le habría llevado a rechazarme si no es lo que ella quiere? —preguntó Ayano.

—He estado pensando mucho en ello —intervino Yui—. Después de hablar con nuestra Kyoko, estaba convencida de que fuiste tú misma la que alteró la conexión en la D21A. Pero...

—¿Qué ocurre, Funami-san? —preguntó Chitose a su compañera.

—La decisión de Ayano no provocó nada, porque la fractura ya se había formado antes —concluyó Yui—. Según la versión de Kyoko que nos contó la Chitose infiltrada, cuando Kyoko y Ayano se encontraron en el baño, Kyoko ya pensaba que Ayano no la correspondía.

—¿Pudo ser entonces una cápsula de repetición la que afectó a Toshino-san de alguna forma y que eso provocara la fractura dimensional? —cuestionó la agente Ikeda.

Yuru Yuri DimensiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora