En la dimensión 6L, de la cual provenían las agentes Yui y Chitose, Kyoko se encontraba esa tarde trabajando en su estudio. Había conseguido instalar un pequeño despacho en su propia casa gracias a sus ahorros como mangaka. A sus 28 años, vivía felizmente con Ayano, la que había sido su pareja desde el instituto. Y, junto a ellas, su pequeña hija, que dormía plácidamente en la habitación contigua a dicho despacho.
Kyoko suspiró en su mesa de trabajo mientras notaba que le faltaba algo de inspiración. Tenía aún mucho tiempo para entregar el nuevo volumen de su manga, pero le gustaba tanto su profesión que lo terminaba siempre antes de la fecha fijada. En ese momento, oyó cómo la puerta de su casa se abría.
—Kyoko, estoy en casa.
La voz de Ayano inundó toda la estancia e hizo sonreír a la chica rubia que, levantándose de su silla, se dirigió a la entrada para dar la bienvenida a su esposa.
—¡Ayano! —gritó Kyoko, abalanzándose sobre ella y atrapándola en un abrazo—. ¿Cómo es que has llegado tan tarde? Normalmente solo trabajas por la mañana.
—¡Kyoko, ten cuidado! Un día de estos nos vas a hacer caer a las dos —dijo Ayano, antes de besar a la chica rubia—. He venido a por unos documentos que necesito en el trabajo.
—¿Te tienes que ir de nuevo?
—Sí... Lo siento. Hoy hay mucho trabajo en el Ministerio, por eso he venido un momento a por documentos que me hacen falta.
—Vaya, pensé que era porque tenías muchas ganas de verme~
—Sabes que siempre tengo ganas de verte. No te preocupes, estaré de vuelta dentro de unas dos horas.
—Eso espero, Sugiura Ayano —dijo Kyoko, a modo de broma.
—No te librarás de mí tan fácilmente, Toshino Kyoko —decía Ayano, mientras envolvía dulcemente a la chica rubia con sus brazos—. ¿Nos damos un baño juntas después?
—Me encantaría —respondió Kyoko con una sonrisa.
—Vale, pues voy a coger los documentos y nos vemos luego.
Ayano avanzó hasta el dormitorio que compartían ambas y buscó en los cajones de un mueble lo que necesitaba. Aprovechó también para acercarse a la cuna de su hija y besarla en la frente con delicadeza. Kyoko, por su parte, se sentó en el sofá del salón y la esperó para despedirse de ella.
—Ya los tengo —dijo Ayano, de nuevo en el salón—. Me vuelvo al trabajo.
La chica de la coleta se acercó al sofá y le dio un último beso a Kyoko antes de salir de nuevo. En ese momento sonó el teléfono, provocando en ambas un sobresalto. La mangaka se estiró para llegar hasta él y descolgar.
—¿Quién es?
Al otro lado, podía oír la voz de su mejor amiga, Yui.
—Kyoko, ¿puedes hablar? Tengo que preguntarte varias cosas.
—Sí, estoy libre. Ayano tiene que irse de nuevo al trabajo ahora, así que no hay problema.
—¿Está Ayano contigo? ¡Espera, quiero preguntarle algo a ella también! —dijo Yui, de forma apresurada.
—¿Hm? ¿A Ayano? Bien, te la paso —dijo Kyoko, antes de darle el teléfono a su esposa, la cual la miraba extrañada.
—¿Sí? —contestó Ayano al auricular.
—Ayano, soy Funami Yui. ¿Tienes un momento?
—Claro.
—Una pregunta, solo una. Hace 14 años... El día que te declaraste a Kyoko... ¿tuviste algún problema que te impidiera salir con ella?
ESTÁS LEYENDO
Yuru Yuri Dimensión
FanficSugiura Ayano, vicepresidenta del consejo estudiantil, decide al fin confesarle sus sentimientos a Toshino Kyoko, de la cual ha estado enamorada durante mucho tiempo. Pero se lleva la decepción de su vida cuando ésta la rechaza de forma rotunda y si...