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Jerry caminaba de un lado a otro, además de estar nervioso, se sentía frustrado y furioso, Tali sólo veía y lo escrutaba lentamente, confundida y mareada.
-¿y bien? -ella rompió el silencio, el se detuvo en seco y la miró
-¿que?
-¿que demonios haces aquí? -la miró con incredulidad
-acabo de salvarte el culo y te enfadas
-gracias por eso, pero hace unas horas me dijiste que no me querías ver
-¿no te das cuentas? -se acercó hasta ella, demasiado cercas, pero no la tocó- muero de celos, perdí el control tan solo saber que estabas con alguien mas
-¿sólo por eso?
-¿que quieres decir?
-sólo por eso me has buscado, porque estaba con alguien
-¡fuck! -se alejó- yo te amo con un demonio, no puedes verlo
-¿me amas? -frunció el ceño- entonces ¿por qué las has besado? -su semblante cambió' así es Jerry lo se, y no porque alguien me lo haya contado, yo te vi, lo vi todo
-pero no significó nada
-¿la besaste?
-yo no... Me di cuenta
-¿lo hiciste? Sólo contesta si o no
-si -susurró y ella no puedo evitar que se derramará una lágrima que al instante secó- chiquilla -caminó a ella
-no importa Jerry, es decir, tu tienes el derecho de hacer tu vida con quien quieras... Al igual que yo -se dio media vuelta y empezó a caminar
-espera, ¿a donde vas?
-me voy
-déjame llevarte, no puedo dejar que te vallas sola y menos en ese estado
-llamaré a Stefy
-es demasiado tarde, no la incomodes
-¡vete!
-sabes que no lo haré, así que no intentes luchar contra mi
-¿te irás de aquí?
-si
-entonces vete a la mierda -el corrió a ella y se plantó en frente al escuchar que solloza
-¿sabes? Entendí que el amor no debe ser egoísta, te hice mucho daño, y entiendo que jamás me quieras perdonar, por eso por más que te ame jamás te obligaré estar conmigo, y eso para mi es una forma de amarte, pero jamás permitiría que alguien te haga daño, no sí puedo evitarlo
-supongo que esta será la última vez que no veremos -el se encogió de hombros
-vamos,  te llevo a casa
-no puedo ir a casa en este estado
- entonces duerme en mi casa
-sabes que no es prudente
-tu decides
-tu labio aun sangra -y adormecida intento limpiar la sangre con su pulgar y Jerry luchaba con todo su ser por no devorarla en ese instante a besos
-chiquilla -cerró sus ojos
-¿puedo dormir en tu coche? No me estoy sintiendo bien -posó su cabeza en el pecho de Jerry- el piso se mueve, creo que me caeré si no me sujetas -y al instante se desvaneció, Jerry la llevó en brazos Hasta su coche y la metió en la parte trasera y contemplo su sueño.

《Intento correr, pero no puedo, no avanzo,  algo me detiene, miro mi cuerpo y Está libre, ¿entonces por qué no puedo correr?, veo al horizonte, ahí está el mar, intento llegar, pero ninguna articulación de mi cuerpo hace mecánica, es como si una soga invisible lo impidiera, esto empieza asustarme, no me puedo mover, y empiezo a sentir mucho calor, demasiado, es sofocante, me ahoga, no puedo respirar, pero tampoco puedo gritar, observo a mi al rededor y no hay nada, solo el mar el sol y yo, se que esta ahí, lo puedo escuchar, los pies se me hunden en la arena, Dios mío ¿que es esto? Entonces aparece una luz, muy resplandeciente, intento llegar a ella, pero yo no me muevo, ella viene a mi, es muy bella y me brinda paz, es muy intensa, tanto que me ha cegado》
Con un sobre salto Altair abrió sus ojos, su cabeza aún daba vueltas, e intentaba reconocer donde estaba pero el sol que se había colado ya por la ventana la cegaba, quiso levantarse y y unos brazos largos y venosos se lo impedían, y sus piernas estaba entre lazadas con otras mas largas y prominentes, viajó su mirada a su contorno Hasta que reconoció que estaba en la parte trasera de un coche con un hombre, pero no se alarmó, reconoció que era Jerry, quien soplaba su cálido y ligero aire en su cuello.
Pero no recordaba como había llegado a estar así, con Jerry, en su coche, junto al mar.
-Oh mierda -susurró.
Se movió para zafarse pero Jerry la apretó aún más, lo hizo más fuerte, y Jerry despertó
-hey ¿intentas huir de mi?
-me podrías soltar
-no, estaba muy agusto
-pero yo no sueltame.
-bueno, si insistes -y al hacerlo esta cayó al piso del coche
-mierda
-te lo advertí
-¿que rayos pasó? ¿que hago aquí? Y ¿que demonios haces tu aquí? -dijo al incorporase
-¿no lo recuerdas? - Tali tapó los ojos con la palama de su mano y salió a gatas del coche y el la siguió pero le dio su espacio.
Minutos después Alatir regresó a su lado
-lo siento -dice Jerry cauteloso
-¿por? -se encoge de hombros
-¿entonces no recuerdas nada?
-si lo recuerdo Jerry, algo borroso pero lo recuerdo
-¿que es lo que recuerdas?
-la pelea, nuestra discusión, pero no recuerdo porque estaba en tu coche, cercas de la playa y tu abrazándome
-no querías ir a tu casa en ese estado, me pediste dormir en mi coche
-¿y porque estamos aquí y despertamos en esa posición?
-bueno no quería permanecer en el estacionamiento del bar así que conduje aquí, luego me pediste que te acompañará
-¿yo te pedí eso?
-me súplicaste -ella enarcó sus cejas- oye no miento -Alatir se acercó a el y puso su mano derecha en la mejilla izquierda de él, donde no había cicatriz, él cerró sus ojos al contacto, luego con frotó su pulgar delicadamente su labio herido
-¿estas mejor?
-estoy muy bien, que me dices tu, ¿tienes resaca? -ella negó -bien, te llevo a casa, mamá me espera, ya sabes para partir
-Jerry ¿me podrías dar un último abrazo? -asintió con tristeza
El la envolvió en su brazos, apretándola con delicadeza, y ella derramó lágrimas en silencio, permanecieron así por varios minutos, Tali comenzó a besar su torso y Jerry acariciaba con su nariz su cabeza, pera impregnarse de si exquisito aroma, ella alzó si mirada y besó su cuello, luego Jerry se inclinó y sus rostros quedaron al mismo nivel, pegaron sus frentes, y se dijeron más de mil palabras en silencio, Altair rodeó su cuello y acarició su nuca y pegó su labios a los de él, se besaron con delicadeza, con pasión y poco a poca su beso se intensificó, la manos de Jerry recorrían las curvas de Altair, llegando a sus glúteos y luego a sus muslos cargandola ella lo envolvió con su piernas, y el la recargó sobre el coche, ella gimió, pero segundos después, el se alejó.
-perdón -carraspeó- me dejé  llevar
-yo también, no de que me pasó
-será mejor que te lleve ya.
Ambos montaron el coche y se dirigieron a casa de Altair, viajaron en silencio. Ella quería pedirle que se quedara, pero tenia que le dijera que no. Él que decirle que se lo pidiera, que solo una palabra suya lo cambiaría todo. Pero ninguno habló.

-listo, sana y salva -dice Jerry cuando abrió la puerta para que ella bajara
-gracias -se quedaron en silencio varios segundos
-Que tengas un buen viaje
-que tengas una buena vida -se acercó a ella y besó su frente y sin más preámbulo Jerry monto su coche y se marchó.

un hombre diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora