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Al despertar, Altair se sentía una poco aturdida, le dolía la cabeza y la mandíbula, y un poco el cuerpo, ya era un poco tarde, y recordó que saldría con Jerry. Para ella a estas horas sus padres debían de estar preparándose para abrir el calamares, pero fue su sorpresa verlos en casa.
-¿que hacen aquí? ¿no deberían estar en el restaurate?
-si, ya nos vamos -dice Franco- sólo esperábamos a que despertras
-oh -arruga la frente
-es hora franco -dice Andrea la cual llevaba ropa en ganchos oculta bajo bolsas
-¿por qué llevas eso mamá?
-lo necesito -se encoge de hombros
-¿para?
-tu padre y yo iremos a bailar
-¿a bailar? -pregunta divertida y frunce ligeramente el ceño
-si ¿tiene a algo de malo?
-no, pero tu y...
-como sea, déjanos en paz niña insolente -finge estar molesta y salen a a todas prisa antes que Alatir los siga cuestionando.
Altair se queda perpleja ante el comportamiento de ambos.

Come un poco, aunque no sienta hambre, lo vivido de esta mañana la ha dejado un poco nerviosa y fuera de sí. Sentada en la cocina su mente empezó a cavilar y a recordar la primera vez que vio a Jerry. Sueña despierta y se pierde en los bellísimos ojos azul cobalto de Jerry, en su exquisito perfil y como combina su cabello negro con el resto de su rostro, sin duda Jerry era muy diferente. Recuerda también la primera vez que hablaron y como la hizo cabrear, luego cae en cuenta que está  sonriendo y mordiendo el labio.
-es increíble como has cambiado mi vida Jerry -habla sola, muy bajito, dejando que su palabras se transformen en humo.
Sale corriendo al ver que se le ha hecho tarde, y que Jerry ponto vendrá a recogerla.

En su habitación hay cientos de de outfit regados por todas partes, y 10 pares de zapatos esparcidos por todo el suelo.
《Ay no, no se que ponerme, Jerry no me dijo que tan formal o casual debería de vestir, le llamaré》, entonces recuerda lo que Mauricio le hizo a su móvil, y suspira con melancolía.

A las 8 exactamente llaman a la puerta de su casa, baja corriendo a abrir, no puede esperar ni un segundo más sin ver a su amado.
-oh my God -dice Jerry al verla, pues al final se decidió por un vestido no muy formal, que le llega a las rodillas en rojo escarlata, sin mangas de tirantes gruesos por debajo de los hombros, la parte de enfrente semejaba un corsé y la falda tenía un poco de volumen y unos zapatos de tacón muy altos negros, y su cabello semi recogido en un moño alto, un poco alborotado y un maquillaje muy marcado y sus labios combinó con su vestido
-¿Está bien así? O ¿así prefieres cambien? ¿es mucho?
-para nada -la voz de Jerry sale entrecortada. Se la aclara
-estas realmente hermosa así... Y estoy apunto de llevarte a la habitación -sus ojos eran sombríos, Alatir dibuja una sonrisa de triunfo
-no me importaría -dice con sensualidad
-pero me abstendré, aunque sea una tortura
-como quiera Sr. Alcázar. Porque yo si quiera quitarle todo eso
《Me prende que te guste, pero... No te tocaré en la más mínimo, así al final de la noche estarás demasiado excitada para mi》
Jerry vistió también formal, camisa y pantalón negro, con un cinturón marrón y zapatos a juego.
-me encanta que vistas así Jerry -esboza una media sonrisa
-¿nos vamos? -asiente.
Caminan al auto y Jerry sólo la toma de la mano.

-¿por que hemos venido al los calamares?
-primero cenaremos en el lugar donde nuestros ojos se cruzaron por primera vez -sonríe tímidamente
-estas lleno de sorpresas Jerry -le guiña un ojo y sale del auto para abrirle la puerta Cómo todo un caballero.
-que raro, para estás horas el lugar siempre está lleno
-tal vez lleguen más tarde ¿no crees?
-tal vez -se encoge de hombros.
Cuando entran, hay muy poca gente, pero no cualquier gente, Altair se ha quedado boquiabierta, pues hay una enorme mesa en el centro, en la cual estan sentados Catalina, Ryder y su esposa, pero también está Stefy y Gaby y por su puesto su padres.
-quería reunir a las personas más importantes para ti y para mi -le susurra al oído sin tocarla
-¿con el propósito de...?
-ya lo verás
-Jerry -se gira para abrazarlo- esto es magnífico gracias -da un beso casto en los labios
-anda, saluda a tus amigas
Altair sale corriendo y abraza a Gaby, cruzan unas cuantas palabras y luego, se vuelven a abrazar. Jerry saluda a su madre, su hermano y cuñada y espera pacientemente a que Alatir venga a él.
Minutos después Altair se acerca a ellos
-Catalina -y la abraza como si fuera su madre
-mi niña, no sabes el gusto que me da volver a verte
-a mi también, más de lo que te imaginas
-no saben lo feliz que me han hecho, verlos juntos y con un bebé a cargo -toca con cuidado su "panza" aún plana
-y nosotros estamos aún más mamá, creelo
-Hola -saluda Ryder
-Ryder pero que gusto volver a verte -se abrazan
-mira, ella es mi esposa Jane... Jane she is Altair my bother's girlfriend, ella casi no habla español
-nice to meet you -dice Jane
-my pleasure -le da la mano
-Buenas noches a todos, muchas gracias por haber venido -dice Jerry acaparando la mirada de todos- aunque no es novedad quería que compartieran con nosotros nuestra felicidad... De que seremos papás -Alatir pone cara de desilusión, pues ella imaginaba que Jerry le pediría que se casara con él, pues era mas que obvio al ver a todos reunidos y muy formales
-así que familia y amigos, brinden conmigo,  por nuestro bebé -todos excepto Alatir por estar en gestación, ella solo tenía una copa con agua, alzaron una copa de burbujeante champán y todos brindaron.
Posteriormente algunos meseros que trabajaban ahí sirvieron una exquisita cena, preparada por Franco.
-¿te ha gustado la sorpresa? -susurra Jerry en medio del bullicio
-Jerry, siempre logras sorprenderme, de verdad, jamás lo imaginé... amo tu lado romántico
-me alegra poder hacerte feliz
-tu me haces feliz.
Todos continuaron con la cena, hablando y riendo de anécdotas que Catalina contaba de Jerry cuando era niño.
Más tarde Gaby y Stefy se levantaron para ir al tocador
-¿vienes Tali?
-claro.

un hombre diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora