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Para cuando Altair despertó, Jerry ya no estaba, se marchó cuando ella aún dormía, se encontró así misma desnuda, bajo la suave y fina tela blanca que horma su esbelto cuerpo, entonces su móvil empezó a sonar, su corazón empezó acelerarse, tenía la esperanza que fuera Jerry, pero solo era Mauricio
-Micho -contestó adormilada pero con amor -Hola
-despierta floja -se oye al otro lado- ¿no irás a practicas?
-no, se pospusieron. Hasta el lunes volvemos, pero al parecer terminamos una semana antes de lo acordado
-no me habías dicho
-Micho -se pone sería- te lo estoy diciendo ahora
-si, bueno como sea, tengo algo muy importante que decirte
-¿Qué es?
-mis papás vendrán ha pedir tu mano, haremos una fiesta para celebrar nuestro compromiso, espero que ya tengas fecha para nuestro enlace nupcial -el corazón de Altair dio un vuelco, y por unos segundos su alma abonó su cuerpo
-Tali ¿estás ahí?
-si, si,disculpa es que aun no he pensado en fechas, he estado muy ocupada
-oh, bueno cuando regreses lo decidiremos... Pero tengo una duda ¿quieres una fiesta enorme? O ¿algo discreto?
-nada ostentoso por favor
-te propongo algo -dice emocionado
-dime
-que nos casemos una semana después de que regreses, solo por el civil, invitar a pocas personas, los amigos más cercanos y... -hace sonido de tambores, cosa que a Altair la pone de nervios, no está pera jueguitos
-vamos Micho, termina de decirlo
-irnos un mes a río de Janeiro -ella se queda sin habla, pues otra de sus metas era ir a Brasil -¿que dices?
-Micho, ¿podemos hablarlo cuando llegue?
-¿por que te siento distante?
-¿de que hablas? -ríe con desgana e intenta cambiar su tono de voz -es muy buena tu idea, solo que debemos platicarlo bien
-Está bien... bueno tengo cosas por hacer, ¿hablamos mas noche?
-claro que si tonto -finaliza la llamada.
Se queda un momento más sobre la cama, recordando lo sucedido con Jerry, y preguntándose, porque no estaba ahí, mira por la ventana y su vista se mezcla con el mar, se pierde entre las olas, y se deja llevar por la corriente, de pronto su móvil vuele a sonar, trallendola de vuelta a la realidad, frunce la cejas, esta vez es un número que no conoce
-¿si?
-¿como amaneciste? -Jerry se oye al otro lado, ella sonríe sin darse cuenta
-muy bien, ¿pero por qué te fusite sin despedirte?
-no me he ido, salí arreglar un asunto
-ah
-viste con ropa deportiva, llego por ti en 30 minutos
-¿ah? -pero Jerry cuelga sin decir nada más.
Ella hace lo que dice y justamente 30 minutos después en su móvil salta un mensaje de texto.
"He llegado, baja por favor"
Ella sale a toda prisa, con sus pants negros, muy pegados, y playera blanca.
Al verla Jerry se queda boquiabierto
-¿que?
-estas muy hermosa. Solo que esos pants están muy ajustados
-si, pero no traje otros, es lo único que tengo por el momento
-entonces, sube y viste unos Jeans, u otra cosa -dice muy autoritario
-no -se planta en frente de el con las manos en la cintura
-¿Qué? -frunce el ceño -me vas a contra decir
-you Don't own me... Jerry, no eres mi dueño, y si no me quieres llevar así, a donde sea que vallamos está bien, pero no me voy a cambiar sólo por que lo ordenas -sentenció
-es que están muy ajustados, no soportaría que nadie me mire, e imaginé cosas atroces y depravadas -aclaró
-y ¿quién eres tú para que te pongas así?
-perdona, tienes razón ¿nos vamos? -se puso serio
-Jerry -ella se acercó hasta él pegó su cuerpo, y acarició su mentón- no me gusta que me digan cómo tengo que vestir, no soy propiedad de nadie, escucha bien, de nadie -le da un tierno beso es los labios, el frunce los labios dándose por vencido.
Hacen un viaje de de 40 minutos, Alatir no tiene idea a donde se dirigen no, pero como el viento no le permite hablar ni ser escucha, se reserva hasta que llegan.
Se impacta al ver el lugar al que Jerry la ha llevado, hay solo aviones, nada mas que aviones.
-Jerry ¿por que me has traído aquí? -pregunta con unos enormes ojos, un poco asustada
-saltaremos en para caídas -sonríe sin pudor
-¿Qué? -pestañea varias veces- no, no,no, yo no haré eso, no y no
-chiquilla -la abraza de la cintura- ¿a qué le temes?
-no se, que tal si algo sale mal, tenemos un accidente... No lo sé, morimos en el intento
-hey -acuna su rostro con sus manos- todos nos iremos de este mundo, en una década, en unas horas, no importa, solo estamos de paso, disfruta el momento, se libre, te va a encantar
-le temo a las alturas... No me agrada la idea, no quiero hacerlo, no me obligues
-inténtalo, si no te gusta jamás lo haremos, pero no te niegues a algo que nunca has experimentado
-no, por favor -súplica como niña
-saltarás conmigo, no te dejaré sola
-mejor no
-te prometo que te va encantar como a mi... confía en mi, no te pasará nada
-Jerry...
-hoy tus ojos son marrones
-¿ah? -era increíble que con unas simples palabras la hacían desvariar, Mauricio jamás le decía ese tipo de cositas. Mauricio jamás le miraba así.
-¿confías en mi? -ella lo miró a los ojos y asintió con la cabeza, él le da un beso tierno.
-good, let's do it -le guiñó un ojo azul, color que la derretía.
El piloto del avión y su equipo dieron indicaciones, una vez entendida y puesto el equipo a cada uno, encendieron el avión y se dispusieron a subir
-¿lista?
-tengo que contestar a eso
-¿escuchaste las instrucciones? -asiente entonces saca una googles y los coloca -para proteger ese bellos ojos, el viento será intenso -besa su frente con ternura, luego toma su mano y tira de ella y la lleva hasta el avión, la levanta de la cintura para que suba más rápido.
El pájaro de hierro se puso en marcha, salió a toda velocidad por la pista, hasta que agarró la suficiente para elevarse, Altair cierra su ojos con fuera.
Una ves en la altura, Altair mira por la ventana y se pierde en el bello pasaje que san Diego le brinda. Muerde su labio sin darse cuenta, juega con sus pulgares y mueve su pierna con mucho nerviosismo, Jerry sólo la mira a ella, y se da cuenta de que siempre ha estado enamorado de ella, la recuerda tal y como la primera vez.
-¿Qué?  -se ruboriza al saber que Jerry la miraba
-eres muy hermosa, jamás me cansaré de verte
-te puedo regalar una foto -Jerry se levanta, la hora llegó
-tengo mil... vamos
-¿Cómo?, ¿por qué?  -esboza media sonrisa pero no contesta, tiende su mano para que se levante.
Sujeta el arnés de él al de ella, por la parte trasera, abre la compuerta y el viento los tambalea un poco luego se coloca el paracaidas
-recuerda la posición -gritó- contaré hasta 10 y saltaremos ¿okay? -ella negó
-10... 9... 8... -el corazón de Alatir se aceleraba más y sus piernas le temblaban, no podía creer lo que estaba apunto de hacer- 3.. 2... - y sin decir uno Jerry salto al vacío.
Altair gritó, y apretó sus ojos con fuerza... segundos después los abre y se impacta al ver esa bella ciudad desde las alturas.
Miró las costas, sus altos rascacielos y el mar, entonces amo el momento, amo a Jerry por haberla convencido y deseo jamás volver a tocar tierra, miraba a todos lados y empezó a disfrutar esa exquisita experiencia.
Minutos después Jerry abre el para caídas y su descenso se hizo más lento.
-cuando toquemos tierra, intenta corre o en su defecto echa el cuerpo hacia atrás, si no estas segura déjame hacerlo a mi -sólo asintió.
Al momento de aterrizar, Tali no supo que hacer e interfirió haciendo que Jerry le fuera difícil hacerlo, el pie de Jerry se dobló  ambos tropezaron y rodaron sobre la arena.
¿estas bien chiquilla? -preguntó asustado
-si -entonces Alatir comenzó a reír a carcajadas, y él la liberó de su agarre, se levantó pero ella seguía destornillada de risa que Cómo era costumbre, contagiaba a Jerry
-¿ries de nervios? -Jerry estaba hincado 
-tal vez
- te gustó -se sostuvo con sus codos y alzó la cabeza
-ha sido magnífico, la mejor de las experiencia... Gracias
Jerry se acerca a ella y comienza a besarla muy apasionadamente, y lentamente se tumban en la arena.
-¿tienes hambre? -se aleja de ella un poco
-si -lo mira con amor- mucha
-vamos a comer, el día aún no termina -se levanta y tira de ella con fuerza
-¿dejarás todo esto tirado?
-ellos se encargarán -y camina en busca de motocicleta, Jerry la lleva de la mano, ella siente desfallecer.
-¿como supiste cual era mi habitación?
-vi a un grupo de jóvenes y supuse que podrían conocerte, le pedí a una chica que me ayudara, le puse mi mejor sonrisa le guiñé un ojo y así de sencillo me dijo que si
-valla -enarcó sus cejas un poco celosa
-¿que te apetece comer?
-lo que tu elijas está bien.
Llegaron a un restaurante sencillo y desayunaron
-¿como es que tienes fotos mías?
-recuerda cuando se quedó tu móvil en mi coche -ella se sonroja al recordarlo, pero asiente divertida- pues me hizo una copia, de todos y cada una de ellas donde estas tú - se encoge de hombros y terminan su desayuno
-¿te gusta la pintura?
-¿pintar?
-no la pintura sobre tu cuerpo -la mira con malicia
-¿eh? -no entendía a que se refería- aveces me asustas
-sigueme.
Salieron del estableciniento, montaron la motocicleta y viajaron durante media hora.
-¿que tan buena eres para disparar?
-Jerry -golpeó su ancho hombro al ver que se refería a un campo de gotcha.
Lo que restó de la mañana se divirtieron como nunca, rieron, jugaron y terminaron bañados mil colores.
-quiero que veas mi casa
-si vamos, pero tengo que ir por ropa antes -se acercó a ella y la pegó a él
-no necesitas, al natural estas mejor
-Jerry -lo regañó
Jerry estiró su mano y ella lo tomó sin titubear.
-¡Jerry! -la voz de una mujer se hizo sonar en medio de la calle, a lo que ambos voltearon
Altair vio una mujer, de tez morena, de cabellera abundante  y exuberante cuerpo además de altísima y ojos claros
-What's the matter with you, imbecile? Why are you answering my calls? -se lanzó contra Jerry dándole una fuerte bofetada
-What the hell is wrong with you?
Why do you hit me?
-Do you think it's enough to leave me standing? and who is this woman? -mira a Alatir con desprecio
my girlfriend -dice con seguridad, pero Tali no entendía nada de lo que pasaba
-and where do I stay?
-with you it was just sex -dice Jerry sin pudor
-but I love you -la chica parecía sincera además de dolida
-but I do not, she is who I love
-that was not what you said two days ago
-Leave me alone Raven, I never promised you anything
-Fuck off -la chica se alejó furiosa
-¿que acaba de pasar aquí Jerry?
-te lo explico en casa -le da el casco pero ella no lo acepta
-me explicarás ahora -se plantó molesta
-no tengo porque darte explicaciones, tu misma Lo dijiste, no eres mi dueña -Jerry no permitiría que solo ella tuviera su carácter, ni se dejaría manejar
-tienes razón, me voy -ella se alejó  y Jerry sólo la vio partir
Altair no sabía a donde se dirigía, y temía perderse, pero su orgullo podía mas.
Sin darse cuenta caminó en dirección equivocada, y su móvil se había quedado sin batería
-genial -murmuró con molestia, entonces preguntó a una señora que donde estaba y si sabía donde quedaba su hotel, la señora le contestó que estaba muy lejos y lo mejor sería tomar un taxi, y le indicó donde podría hacerlo.
Así que ella caminó unas calles más, pero al virar a la izquierda Jerry estaba ahí, lo que se sorprendió, pero lo ignoró.
-déjame llevarte
-déjame en paz Jerry
-sabes que no dejaré que te vallas sola, no intentes retarme -Tali puso los ojos en blanco
-¿por que has dicho que soy tu novia? -Jerry fijó su mirada al horizonte y la radiante luz solar reveló un azul que jamás había visto ella, cosa que hizo que babeara, pues aún manchado de pintura ella lo encontraba sexy
-eso creí que éramos,  solo lo supuse, lo lamento -parecía sincero
-¿me dirás quien es?
-en mi casa te digo con lujo de detalle -le ofreció el casco
-¿como supiste donde estaría? -cogió el casco
-cuando te enojas, no ves mas allá de ti, ni lo que hay a tu al rededor, solo te seguí, jamás lo notas -sonríe apenada -anda sube.
Y así lo hizo, subió y se abrazó fuertemente de Jerry, la respiración de él se aceleró, pues con el más mínimo roce con su piel lo ponía a mil, el corazón de Altair bailaba regocijado en su pecho, era evidente,  su deseo carnal era mas fuerte que la intensidad de mil soles, y su amor era mas grande que el universo.

un hombre diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora