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A mañana siguiente, Jerry abrió sus ojos y sonrió al ver que a su lado estaba la mujer que amaba, ella lo abrazaba con su mano izquierda posada sobre su pecho, entonces Jerry miró el anillo que aún llevaba puesto, e intentó quitárselo.
-¿que pasa? -pregunta Altair al despertarse y ver que Jerry intentaba quitarle el anillo
-creo que esto ya no es necesario -Altair miró su mano y pensó melancólicamete unos segundos.
-se lo tengo que devolver personalmente, le debo una explicación
-no le debes nada
-no empieces Jerry, se lo merece, lo haré te guste o no -Jerry tensó su mandíbula y reprimió su enojo- hey -puso su mano sobre la mejilla de él- ¿acaso estas celoso?
-obviamente
-escucha, cuando llegue allá, lo primero que haré es hablar con él, después con mis papás...
-pero has dicho que te quedarás conmigo -interrumpió
-y lo haré, solo que hay pasos a seguir
-¿que pasos? -preguntó Jerry sumamente confundido
-no me puedo quedar nada mas así -sonrió pícara, pues ella esperaba que Jerry le pidiera matrimonio
-¿y por qué no? -Altair esperaba que él pudiera leer su pensamiento, no lo hizo
Segundos después, ella se acercó a su rostro y le dio un besito tierno en los labios, acto seguido se fue a la ducha.
Alatir estaba muy sumida en sus pensamientos, no se sentía muy segura de quedarse con Jerry, y mucho menos si no le pedía que se casara con el, además, estaba de por medio que pronto terminaría su carrera.
Minutos después, Jerry la alcanzó en la ducha, pero ella ya había terminado.
-¿desayunamos juntos? -preguntó él al sentirla un poco distante
-si -contestó distraída mientras secaba su cuerpo
-¿que te apetece?
-lo que sea -entonces salió sin decir nada más
Al estar en la recámara, miró el anillo en su dedo, y miles de sentimientos salieron a flote, entre ellos,  la pena que sentía por Mauricio.
Lo quitó de su dedo y lo puso en su cartera de mano.

Jerry se duchó rápido, y se vistió igual, mientras ella, aun elegía que vestir.
-viste casual, de cualquier manera que lo hagas para mi eres preciosa -la abrazó por de tras y besó su cabeza- te espero abajo, no tardes -Jerry salió muy confundido de la habitación, pero decidió darle un poco de espacio.
Al minuto de salir, la laptop de Altair, alertó una vídeo llamada entrante... Era Mauricio
《Genial.》puso los ojos en blanco.
Quiso ignorarla, pero no pudo
-Hola Micho -contestó fingiendo alegría
-Hola, ¿que haces?
-voy a desayunar -pero miró algo extraño en él- ¿te pasa algo Micho?
-tengo un mal presentimiento
-¿sobre que ?
-nosotros
-¿que pasa con nosotros?
-no lo sé, dímelo tu
-no entiendo -el corazón de Altair comenzó a bombear en sus oídos, y el aire le faltaba
-te siento... distante, noto algo raro en ti
-¿Cómo que?
-tu mirada, no es la misma... siento que romperás mi corazón
-¿por que me dices eso Mauricio? -se le fue el color
-ya te dije, lo presiento
-y ¿que piensas?
-no lo sé... Solo quiero que me digas que todo está bien y son alucinaciones mías -pero Altair no quería mentirle más, pero tampoco quería decírselo por ese medio
-perdóname Micho, se que es mi culpa, pero todo está bien, solo que me siento un poco sola, nunca había estado tanto tiempo lejos de los que amo, estoy un poco agotada y fastidiada, perdón si te he hecho sentir mal, no fue mi intención
-no Tali, perdóname, solo que me dolería mucho perderte
-no me hagas esto Micho, me haces sentir peor -sus ojos se pusieron vidriosos, se sentía fatal
-no, lo siento, no quería abrumarte con mis estupideces -hubo un largo e incómodo silencio
-¿te llamo mas tarde? -el asintió cabizbajo
-te amo
-igual - respondió ella forzada.

Terminó de vestirse pero estaba dudando en pasar el resto del día con Jerry, necesitaba un espacio a solas, necesitaba pensar aclarar sus dudas, miedos e inseguridades, ponerlos sobre la balanza para poder tomar la decisión más correcta.

-uau, luces espectacular -dice Jerry al verla cruzar el lobby del hotel, pues había escogido un vestido muy sencillo en en color azul marino y sandalias bajas, y recogió su cabello en un moño alto.
-gracias -no le sostuvo la mirada
-pero ¿Cómo montarás la motocicleta?
-Jerry, necesito estar sola, no iré contigo
-¿pero por qué?
-necesito pensar, solo eso
-lo sabía -espetó apretando la quijada
-y ¿que es lo que sabes? -frunció el ceño
-que no te quedarás
-jamás he dicho eso
-entonces ¿que necesitas pensar? ¿por qué quieres estar sola?  -se encogió de hombros y bajó la cabeza
-hey -Jerry levantó su cabeza con los dedos por el mentón- no le des tantas vueltas, nuestro amor podrá superar cualquier adversidad, siempre estaré contigo y sabré esperar el tiempo necesario para estar juntos
-¿lo prometes?
-I  promissed -ella se derritió con aquella sonrisa que Jerry le brindaba en pocas ocasiones
-pero te daré espacio, no quiero abrumarte
-no, espera, subiré a cambiarme
-no lo hagas, te ves fantástica así
-pero no podré viajar contigo
-puedo solucionarlo -ella arrugó su frente- rentaré un coche -Jerry guiñó un ojo y llamo a alguien.
-listo -sonrió triunfante- en lo que llega podemos desayunar en el restaurate del hotel, ¿te parece?
-genial -le ofreció una gran sonrisa, de esas que iba de oreja a oreja. De esas pocas que te decían todo, de las cuales eran genuinas del corazón.

un hombre diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora