Liam
Al cabo de un rato cuando todos se despertaron nos preparamos para una caminata por la isla. Había hablado con Gina para organizarnos con todo el grupo y así investigar un poco a través de la selva de la isla.
- ¿Ya estamos todos listos? - dije una vez estábamos todos juntos.
- ¡Siiii! - exclamaron emocionados todos los chicos.
- Pues en marcha. Vamos por este sendero. - apunté al camino de la derecha.
Catherine
No sé cuánto tiempo llevábamos caminando por la selva pero necesitaba un descanso. El grupo se había dividido en tres; a la cabeza iban Liam y Harry que son los más deportistas del grupo, les seguían un poco más atrás Niall y Zayn junto con Gina y Eva, y por último, más rezagados el resto del grupo.
- ¿Podríamos hacer un parón? Hay gente aquí atrás que ya no podemos andar más. - dije esperando que tuvieran piedad de nosotros.
- Vale. Podemos descansar en ese claro de ahí. - comentó Liam.
- Bueno, ¿qué os está pareciendo la caminata? Lindo lugar, ¿verdad? - preguntó Harry.
- Sí es muy bonito, la verdad que no esperaba que la isla tuviera estos paisajes tan hermosos. - habló Eva.
- Por cierto, ¿cuándo vamos a la próxima isla? - preguntó Louis.
- En dos días. - contesté.
Teresa
Mientras estábamos todos descansando de repente, noté como un movimiento entre los árboles de detrás nuestro.
- Chicos, ¿habéis oído eso? - pregunté.
- ¿El qué? - dijo Catherine.
- He sentido ruido y movimiento en esos árboles de allí. - respondí.
- Será el aire que mueve las hojas o algún animal pequeño que anda por aquí. No te preocupes no pasa nada. - contestó Liam.
Narrador
Lo que ellos no se imaginaban es que entre las sombras de los árboles acechaban peligros para los que ellos no estaban preparados.Entre los árboles dos pares de ojos vigilaban cada uno de sus movimientos, estudiándolos y esperando la oportunidad perfecta para llevar a cabo su plan, que no tardarían mucho en realizar.
Después de reanudar la marcha y haber visto y recorrido toda la selva de la isla, decidieron que era buena idea regresar a la playa para prepararse para comer algo y descansar de este agotador día. Una vez que fuera de noche y se acostaran todos en sus respectivas cabañas, aquellos pares de ojos que acechaban en la oscuridad, regresarían a la playa y ejecutarían su plan al cabo de dos días cuando el grupo comenzara su viaje a la siguiente isla.
Teresa
Llevo intentando dormir como una hora y me es imposible. La razón es aquel extraño ruido que escuché cuando estábamos de excursión en la selva. Al principio solo oí el ruido de las hojas y me convencí de que sería algún animal pequeño o el ruido del aire que pasaba entre los árboles, pero a medida que avanzábamos en la caminata volví a escuchar ruidos. Intenté no darle importancia y seguir con la conversación del grupo, pero a medida que pasaba el tiempo empecé a concentrarme en los ruidos que escuchaba y puedo jurar que escuché voces. Eran dos voces de hecho y no hablaban nuestro idioma.
- Enma, ¿estás despierta? - susurré - Enma despierta necesito hablar contigo. - volví a susurrar esta vez un poco más fuerte.
- ¿Qué pasa? - contesto mi compañera de cabaña con la voz adormilada.
- No puedo dormir. - dije.
- Y para eso me despiertas. ¿Qué quieres que haga yo? - me respondió un poco molesta queriendo volver a dormir.
- Pues hablar. Todavía le estoy dando vueltas a la cabeza con lo que pasó hoy en la excursión. - Enma prendió la lámpara de su mesa de noche y se sentó en la cama.
- No le des más vueltas a unos simples ruidos, ya te dijimos que seguramente fuera alguna lagartija o algo por el estilo. Aquí hay animales y más en la selva. - me dijo.
- Ya si eso es lo que pensé en un principio pero es que seguí escuchando esos ruidos en todo el tiempo que estuvimos allá e incluso llegar a escuchar unas voces. - confesé.
- Si yo también escuché voces. - dijo Enma con cara extrañada.
- ¿Tú también las escuchaste? - le pregunté rogando para que me creyera.
- Si de hecho las escuché durante toda la caminata. Y, ¿adivina qué? Eran las voces de los chicos y mía que estuvimos hablando durante todo el trayecto mientras tú estabas en tu mundo. - y comenzó a reirse.
- No tiene gracia Enma. - dije algo malhumorada - Te digo que yo escuché unas voces extrañas allí en la selva.
- Que sí que te creo, ahora, ¿podría volver a dormirme? - preguntó con sorna.
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Playa Uva - (One Direction)
Fiksi Penggemar«¡No me puedo creer que estemos aquí! ¡Esto es precioso! - dijo Teresa.» «La verdad es que no me importaría pasar aquí una larga temporada, alejado del estrés de la ciudad. - confesó Louis.» «¿Te imaginas vivir en un sitio como éste? ¡Esto es el par...