Playa Uva - (One Direction)

Catherine

Catherine

Llevo un buen rato caminando por la isla en busca de leña para poder hacer fuego para esta noche. Los chicos intentarán hacer fuego; Niall y Liam creo que son los que tenían cierta idea de como hacerlo.

He estado pensando en la charla que tuve esta mañana con Harry. La verdad que ha sido como un chute de energía y optimismo. A veces, he de reconocer que soy algo pesimista, pero me agobia toda esta situación. Todavía estoy en shock, no me puedo terminar de creer que nos hayan secuestrado primero en el barco y después nos hayan abandonado en esta isla.

Cuando regreso donde estaba el grupo vengo cargada de palos de madera y hojas secas, espero que sirva para la fogata. Después me acerco a la orilla y es cuando me percato de que estoy realmente sucia. Tengo la camiseta llena de tierra y restos de hojas secas al igual que el short que llevo puesto, mis uñas tienen un color negro por debajo y tengo el pelo lleno de enredones.

Me meto en el agua para lavarme y refrescarme ya que por el día hace mucho calor. Mientras me sumerjo en el agua fría del mar, me pongo a pensar en mi vida. Ahora mismo me encuentro haciendo el cristo en el agua dejándome llevar por el suave oleaje del Caribe.

De repente, empiezo a reirme. Acabo de acordarme de que siempre desde bien pequeña no he soportado la suciedad y he sido muy escrupulosa. Siempre me han considerado una niña pija y de hecho a mí nunca me ha molestado, porque sé que es verdad. Cuando era niña y tenía unos cuatro o cinco años, recuerdo que ya elegía mi propia ropa y decidía que peinados me hacía mi mamá.

Salgo del agua y me dirijo hacia el ''campamento'' que tenemos montado en la playa, una vez allí agarro unos shorts y otra camiseta aparte de un bikini y me voy a cambiar detrás de unas palmeras. Al terminar decido ir a dar un paseo por la playa hasta que llego a una parte de la isla que me encanta, se encuentra en la parte de atrás de esta misma y es un lugar maravilloso. Tiene una vista espectacular. Se trata de un tronco de unos dos metros y medio que está situado entre dos grandes palmeras en donde da la sombra, unos pocos metros más adelante se encuentra la orilla del agua con un agua muy cristalina y en el fondo del agua se pueden apreciar un montón de pececillos pequeños y piedras blancas hermosas.

Me siento en el gran tronco y cierro los ojos sintiendo la brisa marina y el ruido del agua. De repente, ya no estoy en playa uva; estoy en el jardín de mi casa y no tengo 22 años si no 7. Estoy jugando con mi muñeca preferida, la estoy peinando y teniendo cuidado de no mancharle el lindo vestido celeste que tiene puesto con el césped del jardín.

Mis padres, pero sobre todo mi madre desde muy pequeña me han inculcado el cuidar de las cosas. Desde no mancharme la ropa hasta cuidar de no romper mis juguetes o nada de la casa.

Por eso echando la vista atrás en mi vida y viendo como me encuentro ahora mismo, siento que no he vivido la vida como una chica de mi edad. Siempre he hecho lo correcto, ni una travesura ni una pizca de rebeldía. No me he escapado de mi casa a ninguna fiesta, no me he teñido el pelo ni me he perforado mi ombligo, ni siquiera me escapé de alguna clase en el instituto o la universidad.

Por eso creo que es hora de cambiar de empezar a vivir y disfrutar la vida, y que mejor manera de empezar que en esta isla.