Tormenta

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Louis

Llevamos dos semanas ya en la isla, se me ha hecho como dos años sinceramente.

Hoy cuando nos hemos levantado hemos visto el cielo con bastantes nubes, algo raro ya que en las dos semanas que llevamos aquí los días han estado muy soleados.

Mientras, todos nos preparamos para iniciar nuestras actividades ya que parece que el tiempo atmosférico no nos va a acompañar mucho hoy.

Narrador

Ese mismo día a la misma hora tenía a cabo lugar la reunión que se había previsto hacía dos días, a la que asistirían todos los padres junto con los abogados de la familia Vipond, con el padre de Catherine al frente de la misma.

- ¿Ya estamos todos? - preguntó el señor Vipond, tras el asentimiento de los abogados continuó - Pues bien vamos a comenzar con la reunión.

- Antes de comenzar con la reunión me gustaría decir algo. - habló de repente el señor Tom, padre de Gina.

- Adelante. - respondió el señor Vipond.

- No estoy de acuerdo con lo que vamos a hacer. No creo que tengamos todos que acatar lo que tú dices porque sea el que en teoría más sabe. - explicó Tom.

- Creo que eso lo deberías haber dicho antes, en la otra reunión. - el señor Vipond replicó - La negociación está en curso, está todo organizado y no ha habido quejas de ninguno de los que estamos aquí, no entiendo a qué viene esto ahora, no podemos perder más tiempo en rescatar a nuestros hijos.

Y sin perder más tiempo dio comienzo la reunión. 

Harry

Me encontraba intentando pescar algo para poder comer pero me resultaba imposible. La marea estaba empezando a ponerse muy fuerte, demasiadas olas. No veía absolutamente nada debajo del agua, creo que ni siquiera había pescados.

Decidí salir y al ver el cielo lleno de nubes grises me dirigí hacia la zona de la cabaña improvisada, para ayudar al resto a reforzarla porque había empezado también a levantarse viento.

- ¡Harry! ¿Puedes ayudarme a sujetar ésta parte del techo? - me pregunta Louis. Liam está atando con hojas de palmera uno de los palos del extremo de la cabaña, para que no se filtre el agua por ahí.

- ¡Sí ya voy! - le grito de vuelta.

Cerca del mediodía empezó a diluviar y estábamos todos metidos en la pequeña cabaña, intentando darnos calor unos a otros. Estábamos calados hasta los huesos debido al viento que soplaba que hacía que el agua cayera perpendicularmente.

Después de un par de horas soportando el viento y la lluvia, empezó a caer agua del techo, pues del peso del agua venció parte del techo.

Teresa

¡Estaba empapada! Y además, estaba muerta de frío. El techo de la cabaña estaba cediendo por el peso del agua, y los chicos estaban intentando mantenerlo lo más alto posible, mientras que las chicas achicábamos agua para que no se hicieran charcos en el suelo, pero era mucha la cantidad de agua que caía y no podíamos hacerlo con la suficiente rapidez.

Al final, desistimos y nos acurrucamos más los unos con los otros, intentando darnos calor y esperar a que la tormenta pasase.

La tormenta siguió durante toda la tarde y no paró hasta bien entrada la noche, por lo que no pudimos dormir en lo que quedaba de noche. A la mañana siguiente, estábamos muy cansados debido a la noche en vela que pasamos y muy debilitados. Estuvimos toda la mañana reparando la cabaña, sería un día bastante duro. 

Narrador

En Estados Unidos terminaba la reunión que habían tenido los padres de los chicos con los abogados del señor Vipond. En un par de horas se volverían a comunicar con los secuestradores.

Una vez que todos los padres se encontraban saliendo del despacho de abogados, Tom se dirigió al pequeño grupo de padres que quedaban en la entrada del edificio.

- Yo sigo pensando que no debemos dejarle toda la responsabilidad de salvar a nuestros hijos a los abogados de Martin. - dijo Tom.

- Yo creo que aunque es cierto que no deberíamos dejarle todo el asunto de la negociación a él, es el que más entiende y el que más medios puede manejar. Aparte si cada uno queremos dar nuestra opinión y buscar nuestros abogados y demás, sería un completo desastre. - habló el padre de Enma.

- Pues yo no termino de fiarme de Martin. - respondió Tom.

- ¿Por qué dices eso? ¿Acaso no crees que quiere ayudarnos? su hija también está secuestrada. - contestó la madre de Enma.

- Hacedme caso, yo no me fiaría tanto de él. 

Playa Uva - (One Direction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora