✨Some things✨

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El equipo se había vuelto diferente, las cosas ahora funcionaban de manera distinta, ya nada era lo mismo, ya nadie era la misma persona que una vez solían ser. No necesariamente de mala manera, aveces algunos necesitamos un cambio ya sea para bien o para mal.

Keith ya no hacía parte del equipo, pero voltron siempre sería su familia. Después de agotadoras misiones tenía la costumbre de visitar la nave y quedarse ahí unos días, para relajarse y descansar, pero la verdadera razón de sus visitas siempre sería Lance. Al estar dos años sin verse, los dos Paladines empezaron a extrañarse, cuando Keith decidió volver de manera temporal se pusieron al tanto de todo y ahora eran más que inseparables, Keith amaba a Lance y viceversa, y aunque aveces lo demostraran no eran una pareja, o eso decían ellos, nunca habían hablado al respecto.

...

Lance se paseó por los pasillos de la nave en busca de cierto azabache de ojos violeta pues sabía que este siempre llegaba mucho antes que ellos de una misión. El cubano aún tenía puesto su traje rojo de paladín, sin el casco, dejando ver su peinado ahora parecido al de Shiro y algunas cicatrices en su rostro por la batalla precedente. Se detuvo en seco cuando escuchó sonidos de espadas chocando en la sala de entrenamiento, avanzó de nuevo para llegar a esta y se recostó en el umbral de la puerta observando cómo Keith peleaba con un robot, su cabello ahora largo un poco más abajo de sus hombros estaba atado en una trenza y se movía con cada movimiento que el coreano hacía para defenderse, sus músculos perfectamente marcados por el trabajo se podían presenciar a simple vista por el ajustado traje de batalla que tenía puesto y sus jadeos eran música para los oídos de Lance.

Una ligera sonrisa escapó de sus labios al ver como su...compañero destrozaba el último robot de nivel experto. Aplaudió lentamente provocando que Keith volteara de manera alerta pero relajó sus facciones al ver que trataba del moreno.

- Aún tienes el toque- mencionó acercándose a Keith con sutileza

-El rojo te queda bien pero aún es mi color- respondió el coreano posando su dedo índice en el pecho de Lance con gentileza justo donde tenía el escudo de Voltron, su voz ahora era gruesa y ronca, esta provocaba ligeros choques de energía en el cuerpo del cubano

- el que se va para Barranquilla pierde su silla greñas- comentó en español, Keith no había entendido nada en absoluto a duras penas conocía palabras como "Hola" "adiós" "te amo" cosas básicas, sin embargo sonrío y soltó una pequeña risa. Lance hace mucho no escuchaba ese hermoso sonido, lleno de ternura acaricio el cabello de Keith, este como repuesta atrapó su mano y la besó con delicadeza.- Keith- llamo sin soltar la mano del mayor, amaba la sensación de tenerlo cerca y no quería que eso acabase. El coreano lo miro atento en busca de lo que quería decir.- Hay un tema del cual tenemos que hablar...- comentó no muy seguro

- asi es...- respondió Keith no muy emocionado, usualmente no hablaba de sus sentimientos, de echo nunca lo hacía. A pesar de tener 22 seguía teniendo la actitud de un joven de 18 ante ese tipo de tema. Keith dejo de mirarlo y miro sus manos las cuales estaban juntas.

- quieres? Ir a mi recámara? Cariño?- no era la primera vez que Lance lo llamaba así, le agradaba escuchar ese apodo, lo hacía sentirse amado y especial. Sin decir nada lo siguió por los pasillos hasta su recámara, Lance de verdad había cambiado su forma de ser, su cuarto ahora permanecía en completo orden.

El moreno empezó a quitarse el traje con cuidado, quedando solo en ropa interior, le restaba importancia que Keith estuviese ahí, después de todo se tenían mucha confianza.

- Mirate- dijo Keith observando desde la cama al cubano, quien se ruborizó al instante al sentir la mirada del azabache sobre su anatomía casi expuesta del todo- estás más marcado...

- Buen intento, pero no evadirás esta conversación- interrumpió Lance acercándose al mayor para luego sentarse a su lado- escucha, nunca sería lo suficientemente valiente para mirar a alguien de la manera en la que te miro a ti, eres una parte importante de mi vida Keith...

- Lance es más complicado de lo que crees- interrumpió el azabache acercándose a Lance- la vida que llevamos no nos permite estar juntos...

- Lo se, se el riesgo y estoy dispuesto a tomarlo por ti, solo necesito que me aclares una cosa cariño...- Keith lo miro lleno de intriga y asintió lentamente- qué quieres de mi, que soy para ti?- pregunto el moreno acariciando la mejilla del contrario- tú...compañero? Tú amigo...? Tú...

Keith interrumpió las palabras del moreno con un delicado beso en los labios.

- Lance eres mi todo. Mi mejor amigo, mi hermano, mi compañero, no te cambiaria por nada en el universo, eres mi...- dijo con nerviosismo el coreano

- pareja, soy tu pareja, está bien decirlo en voz alta, nunca hemos hablado de esto, ahora que lo hacemos puedes decirlo con libertad, soy tú pareja Keith, siempre estaré contigo, siempre te apoyaré y estaré ahí para ti como lo he hecho estos años o no?

- Así es...

-Se que es extraño para ti porque no lo hemos hecho de manera formal pero espero que estes de acuerdo conmigo, quiero, que seas mi pareja...- Keith abrió los ojos como platos cuando vio a Lance sacar una cajita de tercio pelo de su mesita de noche, la cuál dentro tenía un anillo de promesa, El cubano puso el anillo en la mano de Keith y este empezó a brillan de un color violeta

- Lance es hermoso

-Un anillo de promesa, lo encontré en un planeta en la última misión, una alíen mencionó luego que solo brilla cuando encuentras a tu otra mitad, solo brillará si hay amor mutuo...y verdadero

- Entonces...estamos?

- Juntos? Tú qué dices?

- Si- respondió el azabache besando una vez más a Lance, sintiendo una gran tranquilidad al saber que las cosas por fin estaban más que claras para los dos... sabiendo que ahora si, estarían juntos por el tiempo que restara.

✨KLANCE ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora