Anuncio: antes de leer, pon la canción que está arriba para darle ambiente a la historia, hay escenas fuertes en este capítulo así que están advertidas. ___________________________
Todo por fin había terminado, la guerra, voltron, todo había vuelto a la normalidad en la vida de los paladines. Meses después todos siguieron sus caminos, Hunk comenzó su carrera como Chef, Pidge se convirtió en ingeniera para el Garrison, Shiro y Matt se habían casado y ahora vivían en un departamento juntos. Todos habían seguido adelante, siguieron sus vidas como debían, excepto por aquel antiguo paladín rojo.
Keith consiguió un apartamento en New York para comenzar una nueva carrera como piloto y seguir con su vida, sin aliens, ni galras, solo el y su lobo...ya que escucho que Lance volvería a Cuba con su familia. Si, el lo sabía, era triste, después de pasar tantas cosas juntos, había quedado tan sólo vacíos. Esos cuatro años que había convivido con el Moreno ahora se sentían como cuatro semanas, los mejores y más emocionantes cuarto años de su vida. Las memorias le arrugaban el corazón, y se le arrugaba aún más al ver que su lobo se sentaba en la puerta del apartamento con esperanza de que Lance entrara por ella.
-Ven acá amigo, el se fue...siguió con su vida como todos los demás, como nosotros...- dijo Keith mirando por la ventana la ciudad, recordando el olor y las leves caricias del moreno sobre su piel. Después de todo, era su culpa, el fue el que lo alejo.
Miro una vez más hacia la puerta, el lobo estaba acostado frente a ella, la esperanza es lo último que se pierde, pensó el cerrando los ojos para detener las lágrimas que amenazaban con caer por sus mejillas. Después de unos segundos estando en silencio, abrió los ojos, la seriedad invadía su rostro, tenía que ser realista hay cosas que no siempre salen como uno quiere. Camino hacia las últimas cajas que quedaban por desempacar en la sala, cuando abrió la primera lo primero que vio fue un portarretrato con la foto de él y Lance, suspiro, puso la foto a un lado y siguió desempacando.
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Por otra parte Lance quien estaba en el departamento de su hermana en New York temporalmente, había terminado de empacar sus cosas. Un sentimiento de melancolía lo invadía mientras recordaba al Coreano, sobre todo al recordar la discusión que habían tenido antes de que todo acabara.
Flashback
-Lance necesito que hablemos de algo- llamo el coreano a Lance por los pasillos de la nave alteana.
-Si dime? Soy todo oídos- dijo el muchacho con una sonrisa, a Keith se le arrugó el corazón por lo que estaba a punto de hacer.
-Cuando todo esto...acabe- prosiguió- no nos veremos de nuevo.- finalizó la frase, los ojos del moreno estaban llenos de confusión
-N..no entiendo a que te refieres, pensé que estábamos bien...?
-Lance quiero seas feliz...- dijo Keith con los ojos humedecidos- sólo no conmigo..- unas lágrimas cayeron por las mejillas de Lance al escuchar lo que el coreano decía
