¿Que demonios había sido todo eso? Lance sentía que su cabeza iba a explotar en cualquier momento. Tenía una mezcla de muchos sentimientos, estaba agobiado, alegre, nervioso, emocionado y sorprendido a la vez. ¿Era eso posible? Que una persona le cause tantos sentimientos de una sola sentada?
-Necesitas calmarte- se dijo a sí mismo, entró al baño, lleno la tina y le agregó un poco de jabón para hacer espuma. Su casa no era tan grande como la Mansión del coreano pero era moderna y bonita, de por sí el barrio en el que vivían era bastante lujoso. El Moreno se mudó ahí después de ganarse una beca en la universidad con todo pago.
Caminó hacia su armario, en el camino se despojó de la ropa que había usado en la fiesta, al quitarse su camisa sintió un olor fuerte de una fragancia que no era la suya, acercó su nariz a la camisa y transpiró el olor recordando los escasos centímetros que compartió con Kogane sonriendo. El hombre, porque a sus veintiún años tal vez tenía más pinta de hombre que de muchacho, era jodidamente atractivo. Dejando el pensamiento de lado, tiro la camisa sobre la cama al igual que las otras prendas y se dirigió al baño para meterse en la bañera de agua caliente, se hundió plácidamente en ella cerrando los ojos, aún escuchaba música y gritos en la mansión de su vecino, eso quería decir que la fiesta aún no había terminado y le agobió pensar que tal vez Keith estaría con otra persona disfrutando de esta, sin que nadie supiera que el era el señor Black...
...
La mañana siguiente, sábado, el Moreno abrió los ojos con dificultad por los rayos de sol que entraban por la ventana del baño. Se había quedado dormido en la bañera de lo cansado que estaba, pero no se dio cuenta hasta que bajo una de sus manos tratando de apoyarse hundiéndola en el agua, ahora fría.
-mierda- susurró, salió de la bañera estirándose, tenía la espalda entumecida por la posición en la que durmió, luego tomó una bata y se cubrió con ella, lavó su rostro, seguido sus dientes y bajo a la cocina a preparar el desayuno. Mientras bajaba la escalera su timbre sonó, fue rápidamente a abrirla pero no había nadie excepto un enorme ramo de rosas blancas en el suelo con una nota.
"Buenos días, espero que disfrutes el desayuno - K.K"
Sabía que había sido Kogane, miro a la puerta de su vecino y ahí estaba el, recostado en una de las columnas de la mansión, descalzo, vestido con unos sweatpants grises, una camisa blanca y su cabello en una coleta, en la mano tenía una tasa de lo que probablemente era café, "jodidamente sexy" pensó Lance. Cuando conectaron miradas, el coreano sacó la mano que estaba en su bolsillo y la elevó haciendo señas de Saludo. Lance hizo lo mismo con una sonrisa, tomó el ramo rápidamente y entró a la casa confundido. Puso las flores en agua con una sonrisa y se dirigió a la cocina donde había un delicioso desayuno aún hechando humo como recién hecho, jugo de naranja, unos pancakes y huevos revueltos con tocino. El Moreno negó con la cabeza aún sonriendo y se sentó a comer, como diablos había llegado ese desayuno hasta su cocina?, la verdad no le importaba.
Por otra parte, Keith, luego de mandarle el desayuno a aquel hermoso Moreno de ojos azules, se encargó de que la mansión estuviese en perfecto estado, viendo como sus empleados barrían y recogían basura. Se marchó a su cuarto cuando todo estuvo limpio y sacó su movil mirando la hora, eran las 9:30, tenía que llamar a Shiro pero primero buscó el número del Moreno, lo había conseguido sin pedírselo hace mucho gracias a sus contactos pero no quiso hablarle hasta que se vieran en una de sus fiestas. Además no quería verse como acosador.
Buenos días, Lance soy Keith Kogane.
9:31 . Visto
Como tienes mi numero? No recuerdo habértelo dado anoche.
9:31. Visto
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✨KLANCE ✨
FanfictionOne-Shots de Klance ✨ Viva Klance y el NY Times por darle una reseña de el mejor Ship del año!
