♡♥Poco A Poco ♥♡

¿Un maravilloso día?

"Plaf" se escuchó en toda la habitación, Miku había sido callada por su madre con una bofetada.

-¡No entiendes que tienes que madurar!- le gritó su madre.

Después de aquel acto nadie dijo nada, Miku solo miraba hacia el piso; Mikuo se acerco a su hermana y le puso una mano en el hombre en señal de su apoyo.

-¿estas bien?- pregunto preocupado por su hermana.
- si- susurró Miku, levanto su mirada donde se podía apreciar como las lagrimas corrían por su rostro- desde pequeña... siempre me quitan lo que más quiero, mi perro, el ballet, el voley y ahora... y ahora el canto y el baile ¿que hice mal?- decía mientras sollozaba y miraba a sus padres.
- cada actividad tiene su tiempo y ahora tienes que estudiar para ayudar a tu hermano con la empresa- dijo su padre sin sentir pena por su hija.
- entiendo- dijo arrastrando sus palabras- me voy a cambiar, no puedo estar todo el día el pijama- dijo para voltearse e irse a su habitación.
-Miku...- susurró Mikuo viendo como su hermana se iba.
-al fin entendió- dijo su madre
- no debiste haberla golpeado, no se lo merecía- dijo Mikuo enojado
- era necesario- respondio sin ningún tipo de arrepentimiento.

Mientras ellos seguían hablando en la sala, Miku se cambiaba pero no solo hacia eso también llenaba ropa en una mochila era obvio lo que estaba planeando hacer, escaparia o bueno solamente se iría hasta que sus padres vuelvan a trabajar. El único lugar al que se le ocurría estar durante esos días era en la casa de las Kagamine, Rin no pondría objeción.
Salio por la ventana de su habitación y se dirigía a su colegio, no pensaba perder un solo día de clase.
Mientras caminaba se dio cuenta que estaba nublado y eso solo hacia aumentar su tristeza ¿podía empeorar su día?.
Cuando la esta llegando al colegio recibió un mensaje:

"Mikuo: ¿dónde estas? Estoy muy preocupado, por favor responde."

Se había olvidado completamente avisarle a su hermano, asi que rápidamente respondió.

"Miku: no te preocupes, estoy yendo a mis clases"

Rápidamente recibió una respuesta.

"Mikuo: okey, trataré de convencer a nuestros padres; arreglare eso para el almuerzo"

Miku no le diría por el momento que no iría a casa, lo unico que necesitaba era distraerse y recibir un abrazo de sus amigos más cercanos ya sea de Kaito o de Len.

Al llegar se dio cuenta que había llegado tarde como para entrar a la primera hora de clases, tendría que esperar al cambio de clases.
Empezó a caminar por el colegio, al llegar a patio trasero de este, vio a dos personas, una pareja, no podía ver quienes eran pues el chico se encontraba de espaldas y tapada a la chica.
Le daba curiosidad saber quienes era, asi que se fue acercando; cuando reconoció la pequeña coleta rubia.
Era Len, pero ¿con quien estaba?, A la aquamarina le parecía muy raro que Len se saltara una clase pues parecía muy responsable, la chica con la que estaba debía importale mucho para haber ignorando las reglas.
Una suave brisa le ayudó a saber la identidad de la chica, era Neru.
Entonces Miku recordó la conversación que habia tenido con Neru en la pijamada.

"

-¿quien te gusta? - Len- respondió Neru con un notable sonrojo"

Era obvio lo que pasaba Neru lo estaba haciendo, se estaba declarando.
Pero lo siguiente que vio la dejo muy sorprendida, se estaban besando...
Los sentimientos de Neru eran correspondidos.

Miku sintió un dolor en el pecho, aquel beso le dolía, dolía demasiado y fue así que se dio cuenta que se había enamorado de Len, aquella verdad que recién había descubierto hacia que sus lágrimas corrienran por sus mejillas.

Era la segunda vez que lloraba en el día... ese día ya no podía mejorar.