Entró al lugar y vio a aquel chico de cabello color menta sentado en la esquina de la celda más apartada. Se quedó parado unos segundos ahí antes de que se diera cuenta de su presencia.
El lugar le parecía tan familiar; exactamente como en el sueño que había sentido.
—Kim Namjoon. — Habló Yoongi. Y se levantó. Se veía lamentable, con su ropa sucia y los puños llenos de sangre. Así hasta no dudaba que fuera un asesino. — Amigo ¿qué te trae por aquí?
—Solo pasaba.
— ¿Te mordía la curiosidad sobre cómo se vería Yoongi detrás de una celda? Bien, sacia tu curiosidad. — El chico de cabello color menta soltó una risa un poco fingida y se acercó de lleno a la celda. — ¿Matar al padre de Taehyung? ¿Yo? Venga ya, Namjoon. Tengo mejores cosas que deshacerme de ese insecto.
— ¿Si? Deshacerte de Seul Gi, por ejemplo.
Antes de que se diera cuenta, el cuello de la camiseta de Namjoon estaba entre las manos de Yoongi.
—Justo ahora, Kim Namjoon, ¿estás hablando deliberadamente? ¿Eh?— Jaló a Namjoon hacia la celda, haciéndolo recibir un pequeño golpe. — ¿te crees un genio? ¿O estás jugando al detective? Yo no pertenezco aquí, bastardo.
—Eso no es lo que dicen los demás, Yoongi. — Namjoon se zafó de su agarre y acomodó su camiseta. — Lamento que tengas que pagar así el haber amado tanto a Seulgi.
Como en su sueño. En la manera en la que se relacionaba con la realidad. Estaba diciéndole eso, al Namjoon de ese sueño. Lo que quería decirle a aquella persona desconocida.
Yoongi se dio la vuelta cuando una lágrima empezó a salir de sus ojos. Seguido de esto fue al fondo de la celda y dio un fuerte golpe a la pared. Su puño quedó marcado ahí con la sangre, y mucha más empezó a salir de sus nudillos.
–Y...Yo la amaba.
Namjoon cerró sus ojos. Conocía, pero a la vez no aquel sentimiento.
– No lo hacías. Estabas obsesionado con ella. La querías solo para ti. Y ahora que no está, sientes un vacío. Te llevaste su último suspiro, su última risa, su último grito de dolor. La amabas, pero ya no está para ti. Fuiste su último amor, por qué te llevaste su alma. — Las lágrimas también amenazaban con salir de los ojos de Namjoon pero las mantuvo.
Yoongi se dio la vuelta y vio a Namjoon. Lo miró algunos minutos. Era como él lo había descrito. Cada palabra encajaba a la perfección. Como si lo entendiera de alguna forma.
— Hablas como si lo entendieras.
Namjoon le dio una sonrisa de lado y acomodó un poco su cabello.
— Tal vez lo entiendo. Tal vez no. Intento ponerme en tus zapatos.
Pero él ya había estado en sus zapatos y no lo quería volver a estar.
[...]
La madre de Yoongi lloraba, y ¿cómo no hacerlo? Su hijo había asesinado a una persona.
Cuando el juez dio la sentencia. Namjoon se levantó y tomó la mano de Soo-Yun.
— ¿Me acompañas?— Le pregunto a la chica y ella asintió sin siquiera preguntar a donde irían.
Confiaba ciegamente en él.
Salieron de aquel lugar y tomaron un bus, bajaron en gran lugar de abastos. Era extraño, puesto que ambos iban vestidos de manera formal, y lo que más había en ese lugar era personas en busca de abastecer sus alacenas.
– ¿Que haremos Namjoon?— Preguntó la chica a la vez que tomaba su mano.
Él no respondió y apretó el agarra en la mano de la chica de manera sutil. Caminaban a la mano entre toda la multitud.
Pararon por un helado, compraron algunas cosas para el hogar, y aquello le pareció extraño a Soo-Yun. Compró dos ramos de flores y uno se lo dio a ella. Después de eso fueron a la parada de autobús más cercana y subieron.
Namjoon no daba explicaciones de lo que tramaba, y Soo-Yun dejó de pedirlas. Ella iba detrás de lo que fuera que estuviera a punto de hacer.
Bajaron en el hospital que quedaba por la casa de Taehyung. Cerca de su casa también. Se adentraron y Soo-Yun fue capaz de notar lo que estaba haciendo. Visitaba a la madre de Taehyung.
Preguntó por ella y le dieron un número de habitación. Ella se alegró al verlo entrar por aquella puerta. Al punto de soltar lágrimas.
Le entregó el otro ramo de flores y ella lo acepto gustosa.
No se detuvo a contar lo que sucedía con el padre de Taehyung, y era un tema que no quería tocar del todo, porque sabía que aquella pregunta llegaría;
—Namjoon, ¿En dónde está Taehyung? No he sabido nada de él en días.
Y Namjoon no sabía que responder.
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Tal vez» Namjoon
FanfictionTal vez él podía seguir con la misma rutina. Tal vez él podía cambiar. Tal vez. Pero un 'tal vez' no asegura absolutamente nada. •Segunda parte de "Morirás"• ©Oxijeno. Queda prohibido su robo total o parcial. Todos los derechos reservados. 2016