Un año después.
—Despierta señor dormilón. — La melodiosa voz de la que ahora era su prometida se hizo presente muy cerca de su oído. Era como el paraíso escuchar su voz a primera hora. Dulce, un dulce despertar. — Tienes que ir a la universidad.
Vivir juntos en aquel entonces parecía una fantasía lejana. Pero justo ahora era un hecho.
La abrazó, fuertemente. Sintiendo aquella gran presión en su pecho. Quería morderla, besarla, abrazarla el día completo. Nada podía ser suficiente para demostrarle el gran amor que tenía a por ella.
Ella se quejó un poco y él besó su frente. Se levantó y con ello también a ella.
Dio una vuelta con ella en brazos y sonrió.
—Te amo ¿lo sabías?— Preguntó y ella asintió con una sonrisa radiante. Él sonrió aún más, mostrando aquellos hoyuelos que volvían loca a la chica.
Soo-Yun quiso besarlo en los labios, pero él se alejó, ella hizo un puchero. Siempre era lo mismo.
—Nada de besos hasta que me lave los dientes. — La soltó. Seguido de esto tomó sus mejillas, jalándolas un poco mientras soltaba una risa.
Salió de la habitación cuando la chica asintió, no sin antes recibir una patada en su trasero por parte de ella. Su relación era como tal. Algo bastante lindo.
Lavó sus dientes y encendió la ducha.
Salió por ropa y se apresuró. Era algo tarde.
Las gotas calientes empezaron a caer por su cuerpo, despertando cada rincón que se mantenía entumido.Salió secando su anatomía y enrolló una toalla cubriendo de la cintura para abajo. Secaba su cabello cuando vio su reflejo en el espejo.
A su mente vino aquella voz. Aquella imagen. Ese él. Ese Namjoon desaliñado, con ojeras, piel pálida, y conciencia sucia. Contrario a él. Al actual él. Al real él.
¿Esto es tal vez lo que quieres?
Pregunta.
Y un punto de comparación.
¿Perder, descuidar y morir o ganar, cuidar y vivir?
— ¿Namjoon?— Habló Soo-Yun haciéndolo sacar su mente de ese trance. — ¿Estás listo? Ya casi es hora.
—Voy saliendo de bañar. — Rio un poco. — En un momento salgo.
Asintió. Dio una última mirada a su rostro, le gustaba ese Namjoon. Le gustaba esta vida.
— ¿Tal vez? No. Esta es la vida que quiero. — Y la imagen desaliñada desapareció. No aparecería más. Ese no era su verdadero ser.
.
Un punto final, marca el final de una historia.

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Tal vez» Namjoon
أدب الهواةTal vez él podía seguir con la misma rutina. Tal vez él podía cambiar. Tal vez. Pero un 'tal vez' no asegura absolutamente nada. •Segunda parte de "Morirás"• ©Oxijeno. Queda prohibido su robo total o parcial. Todos los derechos reservados. 2016