Cara sintió un dolor punzante, un pequeño tirón en su hombro derecho que le saco una mueca. Magnus la tomo del brazo, obligándola a recostarse nuevamente en la cama.
-Cuidado, aún no te recuperas del ataque- dijo Magnus- Tienes suerte de seguir con vida.
-Me lo dicen seguido, dudo que sea una gran mérito.
-Lo es- afirmo Max con orgullo- No tienes runas, ni eres subterránea. Los mundanos suelen ser demasiado débiles para soportar siquiera un golpe de esas bestias.
Cara no se sentía ni la mitad de afortunada.
-Si, bueno, se necesita más que un simple rasguño para deshacerse de mi.
Alec levanto la mirada. Isabelle hablo en su lugar:
-¿Rasguño?
Cara se encogió de hombros, arrepintiéndose al instante por el dolor que la atravesó.
-Si, como de un gato- Echó un vistazo a los largas líneas en la piel- Bueno, un gato muy grande.
Alec aparto su mirada, contrariado. Tenia pinta de querer golpear a alguien.
-¿Cómo es que no estas enloqueciendo?- pregunto Simon curioso. Cara le miro sin comprender- Cualquier persona normal estaría a la mitad de un ataque nervioso al descubrir que los monstruos y seres fantásticos existen. Tu debes estar muy dañada mentalmente para no estar gritando.
Cara sonrió. Quizás lo estaba, su cerebro se debió haber estropeado de niña.
-Bueno, hay demonios y tipos raros que los cazan. ¿Por qué no? Me crié con brujos. Estoy acostumbrada a las cosas raras- dijo Cara. Otra punzada ataco su hombro.
Magnus se arremangó los puños de la camisa y se acerco a Cara. Palpo su hombro por encima de la ropa.
-¿Qué haces?- pregunto Cara por impulso.
-Primero quitarte la ropa- dejo caer el brujo con absoluta tranquilidad.
Cara se atraganto con su propia saliva, de pronto era espesa como brea.
-¿No deberías invitarme a salir primero?- soltó nerviosa.
-Voy a examinarte el hombro con más detenimiento y después seguramente tendré que colocarte más bálsamo. He estado drenando el veneno de tu sistema mientras estabas inconsciente- explico Magnus, ignorando deliberadamente la broma de ella.
Cara asintió.
-Ahora- anuncio Magnus volviéndose a los cazadores- Todo aquel que no sea imprescindible en este momento debe retirarse.
Clary se despidió de Cara y salió de la enfermería. Simon se fue tras ella, mientras Isabelle tomaba a Max del brazo y lo arrastraba fuera.
-¿Por qué yo tengo que irme?- protesto Max.
Isabelle le gruño, y cerro la puerta de un golpe, dejado a Alec y Jace dentro.
-¿Y ustedes no se irán?- pregunto Cara con el ceño fruncido.
-Aún necesito que me digas lo qué pasó en Praga- dijo Jace.
Cara asintió y miro a Alec, quien se limito a cruzarse de brazos y lucir huraño.
-Soy el jefe del Instituto- dijo simplemente- Me quedo.
-No me quitare la ropa enfrente de ellos- dijo Cara mirando a Magnus.
-No será necesario- Magnus le bajo la manga de la camisa, solo lo suficiente para dejar su hombro descubierto - Ahora no te muevas.
Cara tomo aire y asintió. No se movió mientras el brujo le tocaba el hombro. Los dedos de Magnus entraron en contacto con la piel contaminada, escocieron como un hierro al rojo vivo. Tras los primero instantes, una sensación balsámica se adueñó de su cuerpo, como si le hubieran inyectado un fuerte sedante, aunque eso no la tranquilizó. El brujo guardaba silencio, valorando los daños: aquella ausencia de información nunca era nada bueno cuando se trataba de heridas demoniacas.
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Él nefilim y la Bella Durmiente (Alexander Lightwood)
FanficSecuela de "La bruja y el Nefilim" El averno empieza a emerger desde las profundidades amenazante, evocando la antigua guerra entre el Cielo y el Infierno, junto una profecía que promete el final de todo. Han pasado 5 años desde que Alec dejó Edom...