Capítulo 5

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La rutina era algo que detestaba tanto como a la remolacha. Y así sentía como pasaban los días, aburridos. El chubasco no daba indicios de detenerse desde anoche que nos sorprendió a Eve y a mí. 

Alguien tocaba mi hombro, su toque fue suave, me giré para encarar pero me sorprendió al verla frente a mi. Estaba nerviosa, sus brazos sostenían una bata blanca entre sus brazos. Pero yo no podía esconder mi asombro. Le sonreí para animarla a hablar, no la conocía pero sí sabía quién era. 

-¿Dann?- Preguntó inquisitiva. Hizo un ademán con su mano para luego volver a hablar:- Supongo que sí. Me dijo que eras así de callado y tarado.- Se sonrojó al instante de haber pronunciado las palabras- Lo siento, no quise decir...- Levantó ambas manos. Me sentía ofendido pero en parte tenía razón, así que no debía preocuparse por ello.

-Sí. Me ofendes, pero no pasa nada- Si pasaba. Pero todavía no decía la razón de haberme llamado. - ¿Sucede algo con Jack?- Sacudí mis manos. Estaba poniéndome nervioso. Apoyé mi brazo en su hombro, incitándola a hablar.

-¡No, nada malo!- Una risilla nerviosa se escapa por sus labios.  Tomó aire y lo expulsó por su boca. Logré escuchar un "que idiota soy" pero no quise irrumpir.- Sólo quería hablar contigo, pero no aquí.

Giré en redondo. Jack mantenía una plática con Kia a lo lejos, aún no alcanzaba a vernos. Ella me tomó de la mano al fijar su vista en él y me llevó un pasillo más allá. Lo que parecía que no quería que nos viera. 

-¿En qué te puedo ayudar?

-Lo hablaremos en la tarde en la plaza Musset. Dame tu número, por allí nos pondremos de acuerdo la hora. -Asiento y hago lo que me dice. - Tengo que irme. Estoy llamando mucho la atención aquí. -Su tono no era repulsivo, más bien era de temor.

Obviamente llama la atención, tiene un uniforme característico de color morado. Su facultad estaba muy lejos de aquí, supongo lo que tiene que decirme es importante como para atravesar la continua lluvia. Y eso hacía que las miradas curiosas se posaran en ella.

Decidí ir por un café. Necesitaba liberar la tensión del parcial próximo, tan sólo dos horas y ya lo sentía colisionando todo a mi alrededor. Necesito la tranquilidad de Jack, esa que te hace estar bien y confiado al mismo tiempo.
La caminata a la cafetería era corta. Los estudiantes estaban en el pasillo con sus apuntes en la mano. Cada quién tenía su manera de liberar tensión. Luna, una chica de cabello castaño claro mordía sus uñas hasta más no poder. Moi, retenía la información girando de un sitio a otro. Patty pintaba sus uñas y miraba las hojas intercaladamente. Luego estaba yo, que los analizaba a cada uno mientras mezclo el azúcar en mi café. Me hace recordarla. Desde ese paseo puedo observar algunos cambios en la perspectiva de pequeños detalles. Lara. Ella es la causante. Bebo un sorbo de aquella bebida amarga y dulce. Me hace sentir tan bien. Una mesa disponible me hace dudar si estudiar en el salón o allí mismo.

Los audífonos ya no estaban en mis bolsillos, estaban retumbando a la par de la melodía. Siento mis nervios calmarse. Repaso los apuntes una y otra vez hasta que me fijo en el reloj que marcaba las 2:20pm hora del examen final. Los suspiros sonaban al compás en una armonía tediosa y satisfactoria que se reflejaba en el rostro del profesor. Mi lápiz golpeteaba la mesa, bajo la atenta mirada de Clarissa, mi compañera, que en un rápido movimiento logró sujetarme la muñeca con fuerza. Articuló un "para" sin emitir sonido alguno, sus orejas estaban rojas, seguramente por el enfado. 

El profesor pasó asesorándose que no tuviéramos nada fuera de reglamento. Repartió las hojas pos columnas y todos comenzaron a leer y escribir. Tomaba mi tiempo para poder tranquilizarme y  no bloquearme como muchas veces he hecho. Siempre era de los que se fijaban en los demás para tener calma pero luego aprendí que eso lo empeoraba todo. Algunos compañeros por más inteligentes que fuesen podían equivocarse. Confío en mi conocimiento. Con ese pensamiento decido responder el examen.

La tormenta en MontserratDonde viven las historias. Descúbrelo ahora