Izaya esta muerto.
Más su alma no se a ido. Algo lo mantiene en Ikebukuro y no puede marcharse hasta encontrarlo.
Shizuo puede verlo.
Decide ayudarlo, obligado a cumplir su deseo y poder aclarar sus sentimientos hacia el y Vorona.
Ambos deben vo...
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Algo anda mal.
El aire lo percibe sofocante, cargado de un mal sentimiento, inspira y se percata entonces de un aroma desagradable que le sube desde las fosas nasales hasta llenarle los pulmones provocándole escalofríos y pensamientos desagradables.
Desde la mañana se siente así, y el clima que envuelve a la ciudad lo empeora, las nubes grisáceas que se imponen sobre los edificios dando un aspecto monótono a todo, las personas que caminan a su lado, los animales, los autos que alborotan y rompen la calma. Ve de mala gana todo mas el ruido se le hace lejano.
Siente a Tom-san a su lado, Vorona al otro, ambos charlaban de un tema que el ignoraba, sus propias voces resonaban con un fuerte eco que provocaba que se distorsionaran y le resultaran incomprensibles, solo asiente, inhala de su cigarrillo y permanece callado mientras aquellas emociones que lo inquietan se acumulan dentro de el.
¿Era el clima? Es temporada de lluvia, no es extraño.
¿Las personas? La ciudad era tan grande que jamás se topaba con una persona dos veces a menos que fuese cercana a el, enemigos no había, bandas de color se mantenían fuera de su vista.
Nada había ocurrido a lo largo de toda esa semana, y el, que antes pedía a gritos una temporada de calma en su ajetreada vida se sorprendía al toparse con la realidad, se aburría, sin cobranzas difíciles, sin pandillas tras su cabeza, sin esa pulga molesta que...
Izaya.
Y entonces el olor que tanto le enfada se aclara, su cerebro lo reconoce y traduce ese débil aroma en una palabra que lo saca de su entorno tan calmo, se detiene en medio de la acera, sus compañeros de trabajo le miran y preguntan por el, pero el de nuevo no puede oírles.
Izaya.
Cinco letras que representan su mayor fuente de odio.
¿Hace cuanto que no se topa con ese molesto ser?
¿Acaso se debía a el la fuente de sus inquietudes y malestares?
Que molestia.
De pronto su entorno cobra vida, el cielo se transforma en un gris mas vivo, y las primeras gotas de lluvia arrasan con su sordera, los ruidos de su entorno se aclaran, las bocinas de los autos, las voces de las personas, como si todo ese tiempo hubiera estado enfrascado dentro de una pequeña burbuja que alejaba todo de el y se rompía de la nada, deja caer su cigarrillo al suelo y lo aplasto con sencillez, sus manos toman refugio dentro de los bolsillos de su pantalón y suspira comprendiendo que ni aun con la molesta pulga sin aparecerse, su solo recuerdo bastaba para devolverle su realidad, remplazando la angustia y malestar por enfado al saberse ignorante de que cosas podría estar haciendo ese molesto ser de mirada filosa y palabras toxicas.
