Izaya esta muerto.
Más su alma no se a ido. Algo lo mantiene en Ikebukuro y no puede marcharse hasta encontrarlo.
Shizuo puede verlo.
Decide ayudarlo, obligado a cumplir su deseo y poder aclarar sus sentimientos hacia el y Vorona.
Ambos deben vo...
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Con paso decidido atravesó media ciudad hasta llegar a la residencia de Kishitani Shinra, un medico clandestino con el que había compartido toda la preparatoria y primaria, que a demás estaba en una relación con una de las mayores leyendas de la ciudad...la jinete sin cabeza, o mejor conocida por el como Celty Sturluson, dullahan y su mejor amiga.
Si, todo normal.
E iba con el propósito de ayudar a su enemigo muerto para ayudarlo a ubicar a su asesino y de paso su cadáver.
Perfectamente normal.
Ah, un día cotidiano en la vida de alguien mucho más "cotidiano"
¡Y una mierda!
¿Cómo es que se había metido en todo este embrollo? Sus únicas preocupaciones actuales deberían ser cumplir debidamente con su trabajo sin golpear a nadie y tener el suficiente equilibrio económico para vivir agusto (cosa que a duras penas lograba desde que su jefe decidió que los gastos por perdida de material, osease postes de luz o espectaculares destrozados correrían de su salaria en la espera de que de esa forma el decidiera controlarse mejor).
-Ne Shizu-chan ¿Has considerado comprar mas ropa? Te vendría bien algo que no sea ese estúpido traje- dijo Izaya detrás de el, el muy infeliz parecía agradarle el burlarse de el con libertad sin ser amenazado...lo que daría con tal de poder asestarle un golpe en el rostro.
-Estoy bien- pero era mejor responder porque sabia que la pulga se ponía mas pesadita en cuando empezaba a ignorarlo.
-Eso lo dices tú, pero en verdad es hartante tener que verte diario con la misma pinta, un suéter o una camisa haría que te vieras menos bestia de lo que ya eres ¿no? o tal ves un conjunto femenino cambiaria todo ¿Shizu-chan te interesa acaso convertirte en un trasvesti? Aunque supongo que serias una mujer para nada femenina.
Si, definitivamente Izaya esta gozando cada maldito segundo.
-Una ves encuentre tu apestoso cadáver te juro que lo tirare a un rio.
-¿Serias capaz? Pensé que creías que mi ser merecía un descanso mas precioso, una tumba llena de flores o tal ves cremarme y esparcir mi dichosa alma por un lago.
-¿¡Si quiera te estas escuchando!?- a pesar de que susurro sintió como medio mundo se giraba a verle.
-Siempre- Y esa maldita sonrisa por milésima ves sale a la luz.
-Pues no, lo cortare en pedacitos y se los daré de comer a los buitres hasta que no quede nada de ti.
Detenidamente observa a Izaya, esperando...algo, un cambio, que sus ojos le demostraran algún tipo de reacción, que su boca lo delate, pero aun así su consciente le dice que era en vano esperar por algo. Izaya no era alguien que mostrara sus sentimientos y forma de pensar, era un enigma andante, alguien desconocido.
