Cap. 11: Futura mamá

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Lúa sentía que su hijo era una extensión de ella misma. Él nunca iba a funcionar de forma independiente, no tendría vida propia y mucho menos iba a gobernar ese mundo ¿Cómo podría hacerlo si era incapaz de gobernarse a sí mismo?

"Malditos estamos los dos, condenados igual que su padre" Pensó la reina.

Aún le dolía la cabeza pero no era lo suficientemente tarde como para dormir así que fue a la habitación donde cocinaban y avivó un poco el fuego para preparar algo.

─Déjeme cocinar a mí─ Dijo Kite mientras entraba apresuradamente.

La chica tenía la ropa bastante mal puesta como si se hubiera vestido muy de prisa y estaba despeinada.

 ─Déjeme suegra, yo tengo que ocuparme de estas cosas,deberé aprender a cocinar bien porque muy pronto nos iremos

─ ¿Irse? ¿Sigues con esa estúpida idea? ¿Adónde piensas irte?

─Por aquí cerca, a una casa que construiremos

─ ¿Tú no tienes idea de nada verdad? si supieras algo sobre Tao sabrías que no puedes irte y a propósito ¿Adonde está?

─No lo sé...

─No lo sabes ¡exacto! ─ Lúa acentuó bastante esas palabras ─ ¡No lo sabes, así cómo no sabes nada! ¡Nada de nada!

─Sé muchas cosas, Lheo me las contó esta mañana, y como sé tantas cosas la entiendo, no importa que me odie ¡Le aseguro que la entiendo!

─No tienes nada que entender ─ Dijo Lúa con gesto agrio ─Y puedes cocinar lo que quieras, a ver si encuentras a alguien que después quiera tragárselo.

Con estas palabras Lúa se retiró; no sin antes dirigir otra malintencionada y despectiva mirada a la desaliñada figura de su nuera.

Kite preparó una especie de guiso mezclando vegetales, frutas y trozos de carne. Esta vez tuvo mucho cuidado para que la carne quedara bien cocinada, estaba segura de que le había salido perfecto pero cuando lo sirvió en la cena Lúa lo miró con repugnancia.

─No sabes hacer nada bien─ Sentenció apartando lo que la chica le había servido ─De hoy en adelante yo cocinaré porque esto es intragable. Tú te ocuparás de la limpieza, tal vez para eso puedas servir

─Vas a intoxicarte─ Le  gruñó a su hijo que ya iba por el segundo plato y con un gesto de asco se retiró a su habitación.

Kite, desalentada, guardó una cantidad de comida que había sobrado. Tal vez había hecho demasiado pero no entendía ¿Tan malo era su guiso? Tenía un delicioso sabor agridulce, a ella le había encantado.

Después de eso se fueron todos a dormir.

A medianoche Kite sintió hambre y se levantó para comer un poco más. Tuvo una gran sorpresa al encontrar a Lúa calentándose una enorme porción y comiendo de ella mientras aún estaba en el fuego.

─ ¡Se la está comiendo! ─ Exclamó entre furiosa y entusiasmada por haber descubierto a su suegra in fraganti ─ ¡Me dijo que mi comida era intragable y ahora se la está comiendo! ¡Mentirosa!

─Ya cállate ─ Lúa apartó la cuchara y miró desafiante a su nuera ─Vete al infierno ¿No te das cuenta de que esto es lo único que hay para comer? ¿Qué otra cosa quieres que haga? ¡Pero no por eso deja de ser repugnante!

Y se retiró ofendida.

Kite era presa de una extraña excitación. Por un momento había creído tener a la reina en sus manos después de haberla descubierto comiendo en secreto.

Hijos de las Estrellas - 1º Parte: CosmosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora