Epílogo | Time after time

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7 meses después

Claire bostezó en cuanto cruzó la calle para ir a la acera que le llevaría a su edificio, lo hizo rápido antes de que el semáforo dejara de contar y marcara verde para que los autos pasaran y aquello no le podía parecer más nefasto pues el frío de noviembre causó que el viento le congelara la nariz casi de inmediato. La tapó con su mano cubierta con los guantes que Silver le había regalado en su cumpleaños pasado y siguió caminando con la idea de llegar a casa y tirarse a su cama y no despertar hasta mañana.

Dobló en la esquina y lo primero que vio fue a Fred tratando de cerrar el maletero de un auto, casi saltando sobre él como si tuviera horas queriendo hacerlo. No muy sorprendida por eso, comenzó a acelerar su paso para el menos presenciar una amena despedida.

—Espera...—Wesley apareció, saliendo del edificio con una pequeña y vieja caja de zapatos en su mano izquierda donde siempre guardaba sus discos y sujetando a Eleanor con su brazo derecho—. Espera...—dejó la caja sobre el techo del auto y ayudó cerrar con más fuerza sin importarle que sus cosas adentro pudiesen sufrir algún golpe.

—No puedo creer que ahora decida que te quiere a ti—Sue salió después, sujetando una caja grande repletas de cosas de oficina, seguida por Silver quien solo cargaba los bongós de Wesley sin muchos ánimos.

—A veces las cosas cambian, ¿verdad? —Wes respondió, levantando su mano hacia Eleanor y ella golpeó torpemente la suya ahí riendo.

—Seguro le caes bien porque ama llevarme la contra todo el tiempo, ¿no es así? —Sue le habló a la niña, con evidente sarcasmo haciendo que ella simplemente la señalara.

Wesley se acercó a Sue y le entregó a Eleanor cuando ella dejó su caja en el suelo.

—No le des felicidad a ese chico bobo—la morena hizo un puchero y después rió—. ¡Claire! —soltó al verla acercarse.

—Hey—la rubia sonrió, acelerando el paso al tal grado de correr mientras quitaba los auriculares de sus orejas y guardaba su teléfono en su abrigo—. No creí alcanzar—dijo, deteniéndose y viendo como Wesley guardaba esa caja en los asientos traseros del auto y como Fred hacia una mueca un tanto incómoda tras el silencio que se formó de repente.

—Queríamos salir a cenar hoy, todos pero Wes se tiene que ir ya—Silver fue la única que habló, retomando la charla y haciendo que esa armonía regresara.

—Necesito llegar antes del miércoles—se defendió él, tomando el bongó que estaba en las manos de la chica y metiéndolo al auto también—. Y aún tengo que instalarme—salió, y cerró la puerta.

—¿Y por qué no ahora? Podemos ir a almorzar, es temprano—comentó la rubia, ignorando por completo la extraña mirada que Wesley le dio.

—Sue y yo tenemos una cita—Fred dijo rápidamente, sintiendo la presión que Claire hizo sobre él.

—¿Cita?

—Ah si—Sue rio—. ¿No sabías? Hace meses envíe el borrador del cuento que hice, y que Fred ilustró, a muchas editoriales—subió más a Eleanor en sus brazos cuando ella comenzó a moverse en dirección a Claire—. Me llamaron en la mañana de una de ellas, dicen que quieren hablar con nosotros e hicimos una cita para las tres—sonrió, viendo el reloj de su muñeca el cual marcaba las dos con cinco.

—Robaste mi cuaderno—Fred rio, recordando como creyó que lo había perdido todos esos meses.

—Lo hice porque sabía que si te preguntaba me ibas a decir que no y lo ibas a esconder de mí... Aunque eres malo escondiendo cosas.

Todo lo que quiero [ACR #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora