Capítulo veinticuatro | 5 years time

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—¿Cuándo dejaré de ser un parásito?

—Cómo si no te gustara serlo.

—Si, bueno—suspiró, mirando al techo de la habitación, contando las manchas que ya se sabía de memoria pero que, por culpa de Claire, estaba casi obligado a admirar—. Estoy cansado de esto, es aburrido no hacer nada. Me siento mejor.

—Hasta la próxima semana, Wes—Claire murmuró, sin verle.

El castaño miró la espalda de la chica, quien estaba en el escritorio muy ocupada escribiendo con el mismo bolígrafo sobre el mismo cuaderno sobre cosas que leyó en el mismo libro desde hace un par de horas.

—Odio todo lo que tenga que ver con los hospitales.

—¿Me odias a mí? —rió.

—A veces—le imitó.

—Lástima.

Había sido así las últimas semanas. Desde que salió del hospital, lo único que podía hacer era quejarse y quedarse en cama mientras todos lo cuidaban o iban a charlar con él ahí solo para que no se moviera. Su madre se había quedado en el departamento, en su habitación mientras que Claire se quedó con Silver, hasta que le retiraron los puntos y se aseguró de que su recuperación era buena. Cuando se fue, Claire se aseguró de tomar su papel; atiborrándole de comida sana que probablemente él detestaría por completo si no fuese vegetariano y de palabras optimistas que por supuesto él ignoraba.

—Me viste casi desnudo cuando mamá me quitó los puntos.

—Yo la ayudé.

—Me dio vergüenza—quiso crear una charla.

—Te he visto desnudo muchas veces—frunció el ceño, volteando y él sonrió al conseguir su cometido—. Te conocí semidesnudo.

—Sí, pero eran tú y mi mamá, juntas.

La rubia arrugó su nariz y regresó a sus apuntes.

—Deja de ser un bebé.

—Me aburro—siguió con sus quejas.

—Bien—la chica miró hacia arriba y dejando caer sus brazos con resignación—. Ayúdame a estudiar—se puso de pie—. Ya que tu cerebro no está ocupado con tus exámenes o trabajo—tomó su libro acercándose a su cama.

—Si está ocupado—rió—. Tengo que entregar mis trabajos finales que no he comenzado. Mi correo electrónico está lleno de tareas para ayudar a un parásito ya que puedo dejar de ser un hombre serio en un momento así.

—¿Un hombre serio con un correo como: thedarksideofwesley@gmail.com  no puede simplemente tomarse un tiempo por su salud?

—Mi lado serio es mi lado oscuro y es un excelente juego de palabras.

—¿Vas a ayudarme?

—No sé de esas cosas—hizo una mueca, acomodándose en la cama para poder sentarse con cuidado. Claire se subió en ella también, con su libro.

—Solo hazme preguntas—se lo cedió.

—¿Y si respondes mal, qué pasa? —enarcó una ceja.

—No me voy a quitar ropa por cada mala respuesta.

—Ay.

—¿Sabes qué? ¿Por qué mejor no vas afuera y preparas algo de comer? —le quitó el libro.

—¿Vas a dejar que me levante de la cama?

—Puedes levantarte de la cama, solo te pido que lo hagas con cuidado.

Todo lo que quiero [ACR #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora