Todo lo que quiero [ACR #2]

Capítulo dieciocho | Your Song

-Creo que es una buena decisión... Dudo que Fred acepte mudarse contigo después de todo esto... Mantener un piso en esta ciudad es muy complicado y más si estás sola.

-Tú vives solo-le recordó.

-Sí, pero es muy pequeño y no tendré un bebé a mi cuidado en unos meses- se encogió de hombros.

-En verdad me encantaría, pero ahora no. Lamento que te haya hecho perder el tiempo-colocó su mano por encima del chico a su lado y negó con su cabeza-. Siempre pensé en algo así, ¿sabes? Tener mi propio lugar en la ciudad fuera de mi pequeña habitación con paredes delgadas en casa-resopló bajando su mano-. Pero creo que está bien aceptar la ayuda de mamá porque sé que me volveré loca los primeros meses, además ella está muy emocionada y no quiero cambiar emociones en casa por ahora.

-No perdí el tiempo-Park rió-. Solo pregunté a un par de amigos si conocían de un lugar y se corrió la voz. No hice gran cosa-abrió con cuidado su paraguas negro y con él cubrió a ambos, comenzaban a caer gotas de nuevo ese día.

Toda la mañana había pasado lloviendo, pero no muy fuerte como para parar trabajos, y el ambiente estaba fresco digno de disfrutar con un café en alguna cafetería de alguna esquina. Pero no, estaban esperando un taxi fuera del edificio de la revista en la que trabajaban.

-Igual, gracias Park-sonrió-. Ahora ya sé que puedo contar contigo, no solo cuanto la tinta de la impresora se acabe-rodó los ojos-. ¿Qué les cuesta dejar los repuestos en la sala de copias para así no tener que ir hasta el sótano? Hay personas que no tenemos tiempo para eso.

-Al menos tu jefa es buena contigo.

-Noelle grita.

-Pero no a ti, cuando subo siempre le está gritando a Bryce. Ni siquiera está a cargo de mí pero siempre me grita cuando subo su correo, como si hubiese hecho algo horrible. Me da miedo mirarla a los ojos-se movió como si sintiera un escalofrío en su cuerpo-. Y si le pides salir temprano, te deja, como ahora-miró hacia abajo a la chica a su lado. Sue hizo una mueca negando a aceptar el buen trato que tenía mientras intentaba cubrirse por completo con la gabardina verde que llevaba puesta.

-No es todo el tiempo, es la primera vez que se lo pido-se defendió-. Iremos de compras.

-¿Quiénes?

-Fred y yo. Me habló esta mañana diciéndome que su padre pagará la mitad de las cosas de una tienda rara, no recuerdo el nombre, así que...-suspiró.

-Ow, ¿comprarán cosas de bebés? -fingió una voz dulce.

-Sip. Esperaba usar mi vieja cuna pero descubrí que mi abuela la vendió por internet hace como diez años; al igual que mis juguetes-frunció el ceño-. En fin, será divertido.

-Admiro lo que hacen. Digo-frunció sus labios pensando-: Ustedes y esta madurez con la que están llevando a cabo todo esto.

-Créeme, no es tan difícil como al principio. Ahora todo es... ¿frío? Rara vez hablamos de nosotros, me acompaña a mis citas y lo veo de vez en cuando, cuando nos reunimos con los demás como antes. Además, creo que ya está saliendo con alguien más: Ha traído a una chica que se llama Beth en nuestras últimas reuniones, se ve bien. Parece agradable solo que... creo que ella no sabe que tendremos un bebé-arrugó la nariz.

-¿Cómo no va saberlo? -se burló señalando su abultado vientre.

-No, me refiero a que no creo que sepa que mi bebé es de Fred también-aclaró-. Pero no me meteré-se encogió de hombros.

-Wow, qué valor-bromeó.

-No quiero que sienta que su vida amorosa está estancada-finalizó.

-¡Hey! -chasqueó sus dedos-, ¿tu amigo todavía tiene su banda?