I want you to stay - Kendall Schimdt y Tu * TERMINADA*

Capítulo 15 - La pregunta

Capítulo quince.

Cuando pensé que no podía ser la cita más rara de mi vida, dos horas más tarde estábamos entrando al cine, a ver una película que yo no sabía ni que existía, y que al parecer era romántica, pues en la fila había muchas parejas acarameladas. Menos ____ y yo. Todos estaban besándose, abrazándose o platicando de lo mucho que se querían. Obviamente podían puesto que por sus venas no corría la misma sangre, y estaba casi seguro de que ____ estaba ansiosa porque tomara su mano o la besara.

–Entonces…–dijo ella, acomodándose en la pared y subiendo un pie a ella.

–¿Entonces…?

«Kendall, no seas imbécil y toma su mano. Nadie más que tú sabe la verdad».

–Perdona–le dije, y la abracé, aprisionándola contra mí.

–Era precisamente lo que quería que hicieras–se rio y así estuvimos sin decir nada unos diez minutos.

Cuando los que estaban viendo la función anterior salieron, nosotros entramos. Todos reían o platicaban, menos _____ y yo. Solo íbamos tomados de la mano sin decir más nada. Nos sentamos y ella empezó a beber de su refresco.

–Kendall…

–¿Sí? –volteé a verla y ella se acomodó, viendo hacia mí.

–¿Qué somos…? Digo, tú y yo…

«Somos hermanos», pensé. Claramente no le iba a decir eso, pero mi cerebro luchaba con mi lengua para que lo dijera. Afortunadamente la lengua ganó la batalla.

–Lo que tú quieras que seamos–dije firmemente.

–¿Y si tú no quieres ser lo que yo quiero que seamos? –sonrió.

–Tal vez estemos en la misma sintonía. ¿Qué quieres que seamos, ____?

–Por favor no me hagas decirlo–se cubrió la cara con las manos y yo reí.

–Está bien…–pasé la lengua por mis labios, y dije–: ____, ¿quieres ser… ser…?

–Sólo dilo–dijo sin aún descubrirse el rostro.

Pero las palabras no podían salir así de fácil.

No podíamos ser novios. Eso lo sabía solamente yo, eso estaba claro. Pues si ella lo sabía, me habría rechazado en todo de inmediato.

Además, no perdía nada al romper un poco las reglas.

–Mi novia. ¿Quieres ser mi novia?

Ella por fin se quitó las manos de la cara y asintió con la cabeza, abrazándome. Sí, definitivamente podríamos con esto.

Ninguno de los dos diría nada, y eso estaba claro.

Sabía que ella no le diría a su madre, y yo, obviamente, no le mencionaría a nadie lo nuestro. Salvo a James y Logan para que no se le acercaran más.

–Es nuestro secreto–murmuró en mi oído mientras dejaba de abrazarme.

–Así es.