I want you to stay - Kendall Schimdt y Tu * TERMINADA*

Capítulo 17 - Nueva vida, nuevas personas, y otras no tantas.

Capítulo diecisiete.

-¿Ya terminaste? El taxi te está esperando-dijo mamá detrás de la puerta.

Guardé mi sudadera en mi mochila. Agarré mis audífonos y me los puse. Me cercioré de que aún llevaba la blusa de seda de ____. Bajé las escaleras y me despedí de mi padre.

-Te estaremos llamando todas las semanas. Cuídate, Kendall.

Asentí y volteé a ver a Nick. Tenía la cabeza gacha y su oso de felpa entre los brazos. Se lo había regalado en su primer cumpleaños.

-Te quiero, ¿sí? ¿Lo sabes? -le dije y le sonreí-. Ojalá pudiera llevarte conmigo, enano.

-¿No puedes?

-Lamentablemente no. Tampoco puedo quedarme aquí-miré a mis padres y ellos desviaron la mirada-. Te hablaré a ti todos los días.

«Sólo a ti» le dije sin emitir algún sonido. Asintió con la cabeza y me sonrió.

Antes de salir, mi madre me abrazó, pero no le correspondí.

Estaba enojado porque ellos sabían lo que había sido de ___ y claro que no me lo iban a decir por nada del mundo.

-Si creen que dejaré de buscarla-les susurré antes de entrar al taxi- se equivocan. Tal vez no quieran decirme que ha sido de ella, pero yo lo voy a descubrir, ¿sí?

-Créeme, Kendall, que aunque lo quieras, no sabrás nada.

Sin decirles algo más, entré al taxi. Llegué al aeropuerto y me bajé con mi mochila al hombro y mis maletas, una en cada mano.

Subí al avión, y en voz baja empecé a despedirme de mi hogar.

No sé cómo había superado todo por lo que había pasado. Ya llevaba un año en Carolina del Norte. Claro que sin noticias de ____.

En ese tiempo conocí a una chica, Madison. Era igual a Savannah. Igual de posesiva y de celosa. Pero también igual de fácil.

No había encontrado a una chica como ___, y eso era obvio puesto que no había nadie como ella. Ella era única. Y a pesar del año, seguía queriéndola tanto como el primer momento.

-¿Ya nos vamos, Kendall?

También tenía un amigo: Jaden. Nada que ver con Logan ni con James.

Era un chico tranquilo, pero cuando tomaba se volvía otra persona.

-Sí, sí. Vamos-murmuré y salí de mi habitación, tomado de la mano con Madison.

Cada minuto que pasaba con ella, más quería estar con ___.

Pero era mi cumpleaños y quería concentrarme en otra cosa que no me hiciera daño. Esa noche iríamos a un bar que estaba por el colegio, y era muy frecuentado por todos los estudiantes.

-No puedo creer que ya seas mayor de edad-se rio ella torpemente-. Ya pronto tendré dieciocho también-me sonrió.

Por más que intenté, no pude sonreírle de vuelta. Era tan, tan estúpida y ya no podía más con ella.

-¿Qué quieres tomar? -le pregunté, haciendo caso omiso a lo que me había dicho.

-Gin británico-ordenó al barman y él se lo sirvió de inmediato-. Pero, ¿qué quieres tú? Es tu cumpleaños-pasó su mano por mi rodilla y me acomodé mejor en la silla.

-Kirsch-le dije al chico y me lo dio-. No tengo intenciones de hacer nada contigo, Madison-murmuré para ella al ver que subía más su mano.

-¿Hablas en serio?

-Muy en serio-levanté las cejas y quité su mano de mi pierna-. Tengo que ir al baño.

-Pensé que sólo las chicas decíamos eso para salir de un apuro-se rio.

-No, no sólo ustedes.

Me levanté del asiento y corrí al baño. Lo que fuera por alejarme de ella por un momento nada más. Era una loca, obsesiva... con deseos sexuales. Muy fuertes al parecer.

Entré al lavabo y me mojé la cara con agua fría. Bien, lo admito, por más que quería distraerme de ____ no podía. Ella invadía como plaga mi mente.

Salí y caminé entre todos los chicos que estaban bailando. Me encontré a Madison bailando con otra chica... bastante atractiva para mi gusto.

-¿Es en serio, Mad? ¿Con una chica? -la tomé del codo y la llevé a la barra.

-¿Qué tiene? Es linda-sonrió y se mordió el labio. ¿Tanto era su deseo?

-Vamos, Kendall, te gustaría.

-No. No, no me gustaría.

Ella bufó y volvió a tomar de su vaso. No quería hablar más con ella.

Cuando me di cuenta, estaba bailando al ritmo de la música. Instintivamente, giré la cabeza hacia mi derecha mientras tomaba de mi bebida. Una chica de cabello castaño suelto sobre los hombros y con un vestido negro entallado me miraba como si fuera el único del lugar.

-¿Qué haces tú aquí? -le pregunté, acercándome a ella.

-Quería saber de ti.

-¿Por qué te fuiste sin decirme nada, ___?

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¿Se lo esperaban?