Lazos de Sangre

Capítulo Dos

El chico de cabellos rubios y ojos azules comenzó a abrir lentamente sus ojos, bostezando y estirándose un poco con una pequeña sonrisa en sus labios. El día anterior había podido salir con el chico que hacia latir su corazón más rápido y además se había tocado pensando en él. Algo sucio, pero era un adolescente ¿Que esperaban? Tenía 17 y no había tenido novia alguna.

Al levantarse tomó la toalla y se fue a duchar, suspirando cuando escuchó a sus padres en la habitación de al lado, eran gemidos.

-Ojalá tuviera una hermanita...

Murmuró riendo al entrar en la ducha, a veces se sentía solo, aguantando cuando sus padres perdían el control y cada quien se iba por su lado. O simplemente porque quería tener alguien menor a quien cuidar y proteger.

Oh, pero allí tenía a Gold Jr. Su adorado primo que no dudaba en comprarle cosas y llenarlo de regalos cuando quería y podía, o simplemente cuando estaba triste.

-¡F-Física! ¡P-Preparate para la escuelaah!-escuchó la voz de su madre, riendo un poco por los gemidos ahogados de este mismo, incluso en medio del pasillo mientras ataba la corbata de la escuela podía oír el golpeteo de la cama contra la pared.

-¡Si mamá!-gritó entrando a su habitación, tomando la mochila con tranquilidad.

En una media hora más tarde su padre lo había pasado a dejar en la entrada de la HS antes de irse al trabajo, y apenas 5 minutos después de su llegada su primo había llegado también, pero con la cabeza gacha y parecía estarse sujetando la mejilla.

Dejó de hablar con sus amigos, acercándose a él y siguiéndolo hasta el baño, cerrando la puerta detrás suya suspirando al ver la marca de un golpe en su rostro.

-¿Junior...?-preguntó acercándose al menor, el cual dio un salto y tartamudeo buscando una excusa.

-Física... Buenos días - susurró sonriéndole levemente. Pero sólo logró preocupar más al rubio.

-Buenos días ¿Que fue esta vez?- preguntó sujetando sus manos, mirando preocupado la marca rojiza y algo morada de la mejilla del menor, pero más alto.

-Mamá llegó tarde... Y no quiso ir a trabajar y... Yo olvidé hacer la tarea- respondió sincero a medias a su primo, agachando levemente la mirada.

Ni loco iba a decirle que en realidad se había enfrentado a su padre y le había reclamado, que habían llegado a golpearse mutuamente y de no ser por las sirvientas y por Fred estarían peleando aún. Tampoco es que Gold fuera un hombre violento... ¿Que le había dicho entonces para hacerlo enojar tanto?

-Está bien... podemos ir a la enfermería para ponerte algo y que no siga hinchándose...-susurró el de gorra de unicornios, tomando la mano del menor entrelazando sus dedos.

-Pero... Vamos a perder clase...-intentó poner una excusa Jr.

-No importa, luego te consigues la materia con B.

"B" era como el rubio de largo cabello llamaba a la chica más sería que había conocido en su vida hasta el momento. Podría decirse que era la segunda mejor amiga de Gold, porque el primero era él ¡Obviamente!

-Bien...

Y sin otra opción, Gold Jr siguió a Física  hacia la enfermería, sin soltar su mano. Ambos mantenían una pequeña y casi inotable sonrisa por la cálida sensación que tenían. Ninguno podía negar que se sentía bien estando con el contrario.

El día de clases siguió pasando normal, y por el lado de los padres, Gold y Golden seguían su trabajo, mientras Fred descansaba del suyo y Freddy ayudaba a Bonnie con unos pedidos en la pastelería que ambos tenían.

Ninguno de los 4 osos mayores se preocupaba por la fecha que se aproximaba, ignorando el hecho de que cierto hombre había estado esperando con ansias este momento...

-Y... ¿Leíste el manga de ayer?-preguntó Jr al mayor, dejándose curar por este ya que la enfermera no estaba cuando llegaron.

-Uhm si, estuvo bien, aunque me confundí por como se leía- respondió poniendo una curita/bandita en la mejilla del otro suspirando.- Pero lejos de eso, la historia y los dibujos me gustaron mucho.

-Me alegro que te guste...-susurró sonriendo levemente, atrapando al rubio por la cadera para hacerlo sentarse sobre su cadera.

Física quedó sentado sobre las piernas de su primo, abrazándolo por los hombros mientras que este besaba su hombro y suspiraba, abrazándolo por la cadera, notó como el menor cerraba lentamente sus ojos, suspirando y pegando más sus cuerpos.

Gold Jr sentía el dulce aroma del mayor, sintiéndose relajado al tener al ojiazul al lado suya, sonrió levemente dando caricias en la espalda baja de un enormemente sonrojado Física.

Aunque fuera poco creíble debido a su naturaleza aniñada y calmada, el mayor estaba sonrojado e intentando no tener una erección allí mismo, todo por pensar y recordar lo que había hecho en su habitación, sobre su cama, pensando en Gold Jr. Su primo.

Se había masturbado...
Y se corrió gritando su nombre entre gemidos.

-¿Física? ¿Estas bien?-preguntó lamiéndose los labios el menor, sintiendo el cuerpo del mayor temblando ligeramente a lo cual lo recostó en la camilla poniéndose encima suya.

-Y-Yo...-el mayor dejó de hablar, sólo asintió desviando levemente la mirada intentando pensar en otra cosa- Sólo... Me dio un poco de frío, es todo.

Mintió, pero valió la pena por oír la risa corta y suave de su familiar, Jr se quitó su chaleco de lana dorado oscuro, se la dio al menor en altura ayudándolo a ponérsela, de paso tocando un poco de su cuerpo. Su fino, delgado y suave cuerpo.

El largo cabello de Física caía a un lado de la camilla, sus manos estaban a cada lado de su cabeza, algo sonrojado, y con la corbata mal puesta igual que la camisa debido Lo movimiento que había hecho. Era una escena que Gold Jr quería volver a ver, pero en otro lugar y queriendo avanzar...

¿Por qué rayos debía enamorarse de su FAMILIAR MÁS CERCANO?

¡De su maldito primo!

-¿Tienes sueño...?

Preguntó Física, con una expresión triste al pensar en eso.

-Un poco... ¿Puedo dormir hasta que toquen?-preguntó el más alto, apoyando su rostro en el hombro del mayor, suspirando.

-Hazlo...

Pidió, dejándolo acomodarse.

Ambos pensaban igual, ambos temían al rechazo.