Capítulo Diez

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El resto del día, Gold y Fred estuvieron bebiendo café mientras esperaban que ambos primos terminasen, Golden y Freddy también habían llegado a la mansión, donde acompañaban a sus hermanos. Física y Gold Jr habían  estado dándose cariño y amor toda la tarde, realmente ajenos e ignorando todo lo que sucedía alrededor suya.

El rubio de cabello más largo tenía su respiración agitada mirando los ojos platino de su primo, sonrojado y sonriéndole levemente mientras que este sonreía también, acariciando sutilmente su cadera dándole pequeños besos en la mejilla. El menor no se creía lo que habían hecho a espaldas de los mayores, su relación estaba mal al ser primos, pero... Fuera de eso...

—Te quiero mucho...—Musitaba el pequeño Física, sonriendo y cerrando levemente sus ojos.

—Yo a ti... Pensé que todo esto sería más difícil...—Confesó riendo un poco.

—Yo no...—Respondió el de ojos azules apoyando su rostro en el pecho bien formado de su menor—Desde que compraste los mangas... Supe lo que sentía por ti...

—A-Ah... si... eso...—Jr soltó pequeñas risas algo nerviosas, suspirando para luego mirar el mueble al lado suya, estirando su mano para tomar su celular, tenía algunos mensajes de sus padres e incluso de sus tíos, diciéndoles que debían bajar cuando terminasen.

—¿Estás bien?—Preguntó el mayor, moviendo ligeramente su cadera para poder ver los mensajes, haciendo una pequeña mueca.

—Física... debes hablar con ellos...—Mencionó el de cabellos dorado oscuro, casi gris acariciando la espalda del otro.

—No quiero...—Susurró haciendo un puchero, no quería ver a sus padres y recordar esa gran mentira, que habían firmado un contrato para que al cumplir 18 su tutor fuera su abuelo.

—Física... por favor, debes hacerlo...

Y  de algún u otro modo, Gold Jr había conseguido convencer al rubio de ducharse, vestirse y bajar las escaleras para poder hablar con sus padres, había un claro ambiente de tensión. Los menores se sentaron en el sofá mientras que los adultos estaban sentados frente a ellos intentando encontrar las palabras para poder expresarse con el par de primos.

—Gold Jr... Física... Lo primero que deberíamos hablar...es sobre su relación—Mencionó Fred, sintiendo sobre su hombro la mano de su esposo.

Gold hace años había cometido un GRAN error, del cual Fred pese al dolor lo había perdonado. ¿Cual fue ese error? Pues... El azabache estaba embarazado, Jr ya tenía edad para recordar algunas cosas del día, pero en esos momentos estaba durmiendo en su habitación, y el desconsolado azabache estaba demasiado nervioso, preocupado, molesto y enojado con Gold, porque pasaba todo el día trabajando y llegaba tarde a casa, cuando llegó ese día, Fred lo enfrentó en el segundo piso, impidiéndole al albino poder entrar en la habitación para irse a dormir.

Y... bueno, Gold no soportó más la presión y lo hizo, golpeó a Fred. Hubiera sido más fácil si el azabache hubiera estado del lado correcto, habría caído al suelo, no hacía las escaleras perdiendo a su segundo bebé. Eso era algo que hasta el día de hoy Gold padre no se perdonaba, la vida que él mismo había dado, la había quitado, fue algo que su hijo le recordó con sus berrinches y que cuando salió de casa recordó al pasar frente al hospital y ver a una pareja saliendo de allí.

Padre, madre, una niña de alrededor de ocho años y un bebé que reía.

Gold Jr tendría una hermanita o un hermanito en esos momentos si no fueran por los estallidos del albino. Desde ese día Fred dejó de insistir tanto en la paternidad del albino, pero porque poco a poco, el mismo albino se había vuelto más apegado al pequeño. Y ahora actuaban como una verdadera familia.

—Quiero... que sepan que no estamos en contra de su relación, ni siquiera porque son hombres o... primos—Mencionaron los cuatro osos adultos al mismo tiempo, los menores mostrando una sonrisa y los padres riendo un poco.

—Pero... Física... dejanos explicarte lo del contrato... ¿Si?—Pidió Golden, arrodillándose frente a su hijo tomándolo de las manos. Freddy mordió sus labios acercándose también.

—Nosotros también tenemos... Algo que decirle a Jr... Así que, les vamos a dejar a solas—Mencionó Gold, quería decirle la verdad a su hijo, disculparse por todo otra vez y prometerle por tercera vez que todo estaría mejor en su familia.

Jr algo confundido por esa declaración de su padre se levantó, siguiendo a los mayores a la cocina, Física se quedó allí, mirando como su madre parecía casi romper en llanto al recordar algo y como su padre intentaba encontrar las palabras para poder explicarse correctamente.

—Verás hijo...—Comenzó el rubio tragando saliva—Tu sabes... que yo no era para nada feliz siendo famoso y rico ¿No?

Física asintió, tragando saliva también, algo preocupado y miedoso por lo que saldría de la boca del ojiplata.

—También sabes que mi padre no fue del todo bueno ¿Cierto?—El de ojos azules menor asintió nuevamente—Bien... La verdad ni Freddy ni yo sabíamos que podrías aparecer en nuestras vidas y lo hicimos sin protección alguna, unas semanas después, tu mamá llegó a donde estaba yo y me dijo que estaba embarazado...

—Tenía miedo...—Dijo Freddy riendo un poco, luego poniéndose serio frunciendo un ceño—Y al tarado de tu padre se le ocurrió bromear con las leyes de la física...

—Y de allí vino tu nombre—Declaró el rubio mayor riendo un poco, a Física nunca le gustó su nombre, pero la actitud de sus padres lo había logrado hacer reír y relajarse un poco.

—Tarado...

—Aish, así me amas~ Pero en fin...—Tomó aire y  se sentó en la mesa que estaba delante de los menores—Luego de que naciste, pensamos en cambiarnos de ciudad y de país, yo dejaría la fama para poder darte una buena vida con mis ahorros y un trabajo normal junto a tu madre, pero... Tu abuelo se enteró de tu nacimiento y antes de que pudiera darme cuenta...

—Interrumpió en casa de tu abuela y se llevó a tu padre—Dijo el castaño suspirando y bajando un poco la mirada.

—Le dije a Freddy que por seguridad debía irse contigo... Hacía frío esa noche y tenía miedo de que algo pudiera sucederles a ambos... Pero yo tenía mis propios problemas, tu abuelo me sentó en su escritorio... Y me puso un contrato al frente mio... Si firmaba, tu debías irte con él al cumplir los 16... y si no lo firmaba... Jamás volvería a verte, ni a ti ni a tu madre...—Agachó su cabeza mordiéndose los labios—Fui tan inútil hijo... Sólo logré poner en riesgo a tus tíos también... y Tuve que firmar...

—Pero tu tío nos ayudó—Dijo Freddy levantándose y abrazando a su esposo, suspirando y acariciando su cabello rubio—Logró darte dos años más con nosotros... pensamos que tu abuelo moriría pronto y te quedarías con nosotros... pero nada pasó... Nos descuidamos... Y ahora deberás irte...

Física apretó sus manos, sonriendo para abrazar a sus padres con fuerza, comenzando a llorar entre los brazos de ambos. Al menos le relajaba y le hacía sentir mejor el saber que habían intentado anular el contrato y todo aquel problema. Sabía que sólo era cuestión de tiempo para que su cumpleaños llegase y su abuelo fuera por él.

Lazos de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora