Parte 5

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Hasta que le vio, esa chica de cabello negro, piel pálida, delgada y alta que el tanto quería. Marco se percató de que algo no estaba bien, comenzó a mirarla de pies a cabeza y se detuvo en su mirada, sus ojos estaban opacos, parecían una pintura vieja y no muy bien cuidada. En ese momento Abril levantó una de las mangas de su suéter, Marco miraba como se rascaba con la mano contraria hasta que después paró y pudo ver unas largas e irregulares cortadas en sus muñecas y brazos, rojizas como un brillante globo, tan vivas y recientes como la sangre en sí. Entonces Abril levantó la mirada, se percató de que alguien la observaba y rápidamente bajó la manga de su suéter. Marco rápidamente se acercó.

-Hola Abril, ¿Qué tal te pareció el todo el día de hoy?

-Pues… Está bien.

-Mmmm… ¿Escuchaste lo que leí?

¿Sabes? Lo escribí para ti. Realmente espero que te haya gustado y decirte que te quiero, sin pedir nada a cambio.

- ¿Es enserio esto? No quiero nada contigo, nunca te querré. Para mi eres un simple conocido o una molesta chinche. ¿tengo que repetírtelo?

-Pero… Abril

-Además tengo novio, es Julio. Le prometí cruzar palabra contigo, punto final ¿ok? Adiós.

Abril se marchó por enfrente de Marco. Lentamente este mundo lleno de colores e fue reduciendo a un simple gris, los ojos de marco comenzaron a ponerse cada vez más con un aspecto irritado hasta que no pudo soportarlo ya y comenzó a llorar. El tiempo transcurrió hasta que llegó el momento de salir de la prepa (8 p.m. Enserio, odio ese horario de salida, pero bueno, ¿qué puedo hacer? Solo soy un simple estudiante). Las horas siguientes a la anterior situación contada fueron las horas más largas y deprimentes para Marco. Cabizbajo, con el corazón estrujado y sus sentimientos en la pila de la basura Marco, salió de la prepa para tomar el camión e ir a su casa continuar simplemente existiendo (pensamientos, que él tuvo).

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