Dark Side II (Ross Lynch y tú)

Capítulo 32

Quedé helada. Sabia que Viky es capaz de muchas cosas pero de hacer esto, no. Prefiero que me mate antes de que le toque un pelo a mi hija.

-No, Victoria, no. No hagas esto, ¿por qué lo haces? No ganas nada con todo esto. -Le respondió Ross.

-¿Crees que me importa? Ya no tengo nada que perder, lo único que quería ya lo perdí.

-¿Qué?

-Tú, Ross. Siempre quise estar contigo y tú sin embargo nunca te diste cuenta.

-Te lo dije antes y te lo digo ahora. Nunca he sentido nada por ti.

-¡No me lo repitas mas! -me agarra del cabello bruscamente. Me quejo.

-¡detente!

-Ya te lo dije, escoge. ¿quieres qué la mate a ella? ¿o qué mate a tu hija?

-¡A mi hija no! -digo.

-¡Tú cállate!

-No puedo escoger. -dice Ross. Suspira- si vas a matar a alguien, mátame a mi. -No, esto no puede estar pasando.

-¿¡Qué estás haciendo Ross!? -grito con lágrimas en los ojos.- ¡No!

-No, a ti no puedo matarte. -dice Viky. Estoy algo más tranquila pero aún asi los nervios me comen por dentro.

-¡Hazlo! -deja a Ángela en su cuna ya que aún la tenia en sus brazos y se acerca a nosotras.

-¡No te acerques mas o la mato! -dice apuntándome.

-¡Suéltala! Si dices que ya me perdiste no te cuesta nada matarme. Siempre y cuando no le hagas nada a ella ni a mi hija.

-Mátame a mi, Viky. -digo.

Viky iba a matarme, levantó un poco su brazo para apuñalarme, el miedo recorría por mis venas, cerré los ojos esperando a que lo hiciera pero no. Ross le agarró la muñeca antes de que el cuchillo atravesara mi piel.

-¡Llama a la policía! -grita él.

Voy lo más rápido posible hacia donde estaba mi celular y marco con toda la rapidez. Tuve que marcar el número tres veces porque de lo que estaba temblando no podia controlarme.
Para nuestra desgracia Viky golpea a Ross en su entrepierna, haciendo que él la suelte.

-No queria hacer esto pero no me dejas otra opción. -fueron las últimas palabras de Viky antes de comenzar a apuñalarlo.

Mis gritos son tan fuertes que apuesto a que todos despertaron. ¡Esto no puede estar pasando! ¡Desearia que fuera un sueño pero es la maldita realidad!
Se escucha como los chicos golpean la puerta desde el otro lado preguntando que pasa. Tengo miedo, mucho miedo. Miedo de cualquier cosa que pueda pasar.