Capítulo 15

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"Crimen y Castigo"

Eric lentamente fue saliendo de su turbación y se acercó con cuidado hacia Dana, que no dejaba de sonreír mientras que él tenía el ceño fruncido.

— ¿Qué estás haciendo aquí, Dana? —Fue lo primero que dijo — ¿has venido sola?

—Sí, Leonardo creyó que era adecuado que hiciera una expedición terrenal, ya sabes, para cuando tenga que cumplir las otras misiones —por un momento al arcángel se le oscurecieron sus doradas pupilas, pareciendo tener una mirada más profunda —ya sabes, cuando tenga que bajar a eliminar demonios.

— ¿Qué haces específicamente en esta casa? —preguntó con voz amargada, como usualmente hablaba a sus pupilos, voz que no funcionaba con Arial... aquella Nephilim sacaba de él un lado que no conocía, si tan solo recordar como lo tenía hace una hora atrás, cuando le hizo explorar un placer que estaba vetado para los ángeles, provocada escalofríos en la espalda del Dominacion.

Eric movió su cabeza de un lado a otro, tratando de eliminar los recuerdos de Arial.

—Me dijo Oscar que estabas aquí, viviendo, mientras cumples una misión ¿estás detrás de un Demonio importante?

—Algo así —dijo él un tanto incómodo, jamás se había dedicado a pensar en una excusa a su estancia en la tierra, ya que no pensaba encontrarse con Dana en este lugar.

—Ehhm ¿te molesta que haya pasado a verte? No solo he venido por eso, sino que también me enviaron con un mensaje —dijo ella rebuscando en su armadura, al nivel de su abdomen.

Eric la quedo mirando por unos segundos y no pudo evitar sonreír al verla llevar aquella armadura, con un arma realmente poderosa en su espalda. Toda la imagen de ella se veía arruinada por las Marcas en su brazo derecho, ya que los círculos y líneas que rodeaban su brazo izquierdo eran signo de orgullo. Un ángel con el poder de herir tanto a demonios como humanos; era impresionante que la hubiesen recibido sin hacerle las Marcas en su rostro, como a los Arrepentidos, pero ella no se había lamentado de haber amado a Ethan, por lo tanto la habían obligado a volver a la Luz.

Los ángeles no tenían libre albedrío y menos lo tenía Dana.

Dana al levantar su mirada luego de haber encontrado el extraño papel para Eric, notó que este observaba sus brazos. Con vergüenza ella los cubrió con sus alas, logrando hacer caer una de las plantas que había a su lado.

—Creo que jamás había recibido un mensaje escrito en papel desde arriba —dijo Eric sonriendo.

—Están todos muy ocupados y ya que estas en la tierra, debes recibir mensajes terrenales... eso fue lo que me dijeron, aunque creo fervientemente que es porque no deseaban que yo me enterara, supongo que no es un tema de Arcángeles.

Él se acercó a ella para poder recibir el sobre, el cual se guardó en el bolsillo, ya que si fue enviado de esta forma, no debía ser realmente urgente. Lo habrían mandado a llamar si fuese así.

—Entonces... —dijo Dana, mirando a su alrededor — ¿de quién es esta hermosa casa?

Aquella pregunta trajo de vuelta a la realidad a Eric, quien recordó que la memoria de Dana era inservible.

— ¿Cómo va tu entrenamiento? —Preguntó él, tratando de desviar el tema ya que no tenía intenciones de mentirle a su ex pupila — ¿Cómo te han tratado Oscar y Leonardo?

— ¡Excelente! Dicen que por alguna razón aprendo de forma única, estoy muy avanzada. Estoy aprendiendo a sentir energías demoniacas, es fácil.

Un Ángel Traicionado (Segunda parte UAC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora