Capitulo 19

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"Pánico"

Adam observó con cierta sorpresa la supuesta casa de Thomas Santderic. Era de un piso, color blanco en un barrio donde había más casas como esas. Lilia le había dicho que nadie además de ella y otro ser más sabían de la existencia de dicha residencia.

—Esto luce demasiado normal ¿estás segura?

Lilia lo miró enarcando una ceja y luego se puso el gorro de su abrigo, cubría la mitad de su rostro.

—Obviamente aun no comprendes que los Nephilim buscando normalidad. Esta casa es perfecta, tiene todo lo que podrías necesitar y las camas son muy cómodas.

Adam dejo de sonreír burlón y miró a Lilia con cierto reproche, pero ella ya estaba avanzando hasta la puerta. El Caído odiaba cuando ella le recordaba que había sido de Thomas, más de una docena de veces.

—Thomas no está, es por eso que no tendremos problemas para entrar.

— ¿Y crees qué fácil hacerlo? Debe tener una trampa —dijo Adam saltando la cerca junto con Lilia.

—No, Thomas no cree que los Contratos de Sangre deban tener tanta protección ¿Quién además de él y su negociador querrían saber dónde están? Nadie puede utilizarlos de mala forma aparte de Thom.

Para sorpresa de Adam, Lilia sacó una llave de su bolsillo. Fue como recibir un golpe en la cara, ella tenía una relación bastante cercana y seria con Thomas, como para tener todos esos accesos al Nephilim.

— ¿Cuándo te dio su llave?

—Años atrás —dijo ella entrando sin mirar atrás.

— ¿Por qué dejaste que él creyera en una relación seria? Dijiste que jamás habías tomado en serio a Thomas.

Adam ni siquiera se fijó en el interior de la casa, solo estaba atento a la espalda de la Nephilim.

—Yo nunca dije algo como eso, es más, en tiempo traté de que todo funcionara con Thomas, como correspondía.

Adam esperó a que siguiera hablando, que diera otra justificación, algo que dejara en claro que no sentía nada por Thomas.

—Está en el sótano —dijo Lilia, avanzando hacia la puerta que se encontraba en un largo pasillo. Todo estaba a oscuras y ella estaba usando su propia luz violeta para ver hacia donde se dirigía.

— ¿Y ahora? ¿Te sigue gustando?

Lilia ni siquiera se giró para ver el rostro de Adam.

—No te voy a dar explicaciones, ya te he dicho demasiadas veces las mismas palabras.

Adam se sintió mejor, pero no aliviado ya que cada vez que Lilia le hablaba, era para dejar en claro que estaba furiosa con él, aunque no lo dijera literalmente. El ángel caído conocía los tonos de voz de la Nephilim y actualmente, estaba furiosa como nunca con él.

—He tratado de agradecerte, pero nunca me dejas —dijo Adam cuando ella abrió la puerta —por haberte quedado conmigo todo el tiempo que estuve inconsciente.

Lilia comenzó a bajar las escaleras hacia la oscuridad. Adam tuvo que seguirla.

—Si hubiese sabido que era normal que durmieras tanto, me habría ido a mi departamento.

El Caído se tensó, no le gustaba ni un poco esta Lilia, tan fría y arisca con él, aunque ya había quemado todas las oportunidades de que ella siguiera siendo dulce con él. Su actitud había sido muy mala hacia ella.

Un Ángel Traicionado (Segunda parte UAC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora