Capítulo 16

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"Al Límite"

Adam estaba apoyado en la puerta de su oficina, mirando uno de sus clubes más famosos, observando como las personas disfrutaban, bebiendo, bailando, riendo, acompañadas o conociendo a nuevos seres, ya sean humanos o sobrenaturales. El ángel caído siempre se había preguntado cómo era que los humanos se encandilaban por aquellos que eran demonios o ángeles caídos, siempre eran atrapados con tanta facilidad en aquel lugar, ya sea para malas o buenas intenciones. Siempre le causó extrañeza que se entregaran a ojos cerrados a los demonios y no vieran al otro humano que trataba de llamar su atención... inconscientemente en su mayoría elegían a aquellos que los pondrían en riesgos, si no fueran por sus ángeles Custodios, todos los humanos estarían en una situación bastante precaria.

—Gracias al cielo que han vuelto, esto de estar a solas con Isaac me estaba volviendo loca —dijo Lucy, la pareja de Isaac, ambos ángeles caídos.

Adam suspiró y miró a la pequeña ángel caído, que llevaba el uniforme negro de Lucifer, además de una caja de botellas llenas de vodka.

— ¿Necesitabas ayuda?

—Sin Lilia estaba muriendo, no puedo hacer todo sola en la barra —dijo sonriendo, mirando hacia donde la Nephilim estaba —no vuelvas a discutir de nuevo con ella, desde que se fue, hace meses, el trabajo se hizo realmente difícil.

Sin dejar que Adam contestara, ella se fue. El ángel caído miró a Lucy, pequeña de cabello largo negro, quien siempre lo ayuda con Isaac cuando necesitaba algo de ayuda sobrenatural. Si no hubiese sido por ellos, Ethan y Dana pudieron haber terminado realmente mal en manos de un Gabriel enfurecido.

La mirada del Caído siguió a Lucy hasta que esta llegó a la barra, donde estaba Lilia, sirviendo tragos con una velocidad impresionante. Los humanos ni siquiera notaban que estaban ante una de las mejores barwoman que existían en el planeta, además de Lucy. Lilia era experta en tragos y no le costaba nada hacer las combinaciones adecuadas. Hacia años había decidido ayudar en el Lucifer de aquella forma, se fue perfeccionando cada día hasta que después de la primera semana, no había trago que no conociera.

Lilia se había ido de la gran mansión de Adam, junto con Arial, hacía ya un par de años porque no soportaba ver cómo al hombre que amaba se involucraba con otras mujeres, además del hecho que era casi imposible seguir escondiendo lo que sentía por el Caído, es por ello que decidió cortar por lo sano y se fue con Arial, dejando la casa más vacía que nunca. Adam se sintió desfallecer ya que estaba acostumbrado a estar con las Nephilim en casa.

Sin embargo, Lilia no se decidió confesar su amor hasta seis meses atrás, cuando rendida y agobiada por lo que sentía, le dijo todo lo que pasaba por su corazón a Adam, quien lo sospechaba hacía años, pero se negaba a aceptarlo.

Adam se estremeció al recordar la peor discusión que tuvo con Lilia. La misma que alejó a la Nephilim aún más de su lado debido a que decidió dejar su trabajo en el Lucifer y solo involucrarse en el ámbito administrativo, con Arial, quien se encargaba de llevar al día las regularidades que el local debía cumplir.

El Ángel Caído estaba sentado en su oficina, en el Lucifer, pronto abrirían y necesitaba arreglar los últimos detalles para la presentación de una banda que tocaría aquella noche. Lilia estaba ayudándolo, a su lado. No le pasó desapercibido lo nerviosa que se encontraba.

—Hoy vendrá mucha gente, quizás podrías contratar a alguien más además de Lucy, ya sabes... a veces se hace algo pesado.

— ¿Si? —preguntó él, girándose hacia ella — ¿tienes planes para esta noche? ¿Te verás con Thomas? —Adam sonrió.

Un Ángel Traicionado (Segunda parte UAC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora