Capítulo 5

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Fuego contra Fuego

Arial sonrió al ver como se enojaba Eric. Él odiaba la impuntualidad y Lilia era sin duda alguien que no cumplía con el horario. Su amiga y casi hermana estaba acostumbrada a no ser puntual.

Llevaban media hora esperando. Los hermanos Young estaban sobre las azoteas de los edificios, sentados, también cansados de hacer tiempo por Lilia.

—No te enojes, sé que eres prácticamente inmortal pero terminarás arrugado antes de tiempo –dijo la Nephilim.

—No estoy enojado –dijo Eric con el ceño fruncido.

— ¿Estás cansado? Hoy no hiciste nada, así que no puedes quejarte. Si quieres adelantémonos, con Lilia hablamos sobre buscar a un amigo, esperamos que se encuentre esta noche por aquí.

— ¿Amigo? ¿Son amigas de demonios? Pensé que ustedes los cazaban –dijo Eric un tanto confundido. No pasaba un segundo del cual se dejaba encantar por la Nephilim cuando ella decía o hacia algo que le recordaba que estaba mal involucrarse con Arial.

—Yo no busco pelea por gusto, créeme, esa onda es de los hermanitos Young que nos vigilan la espalda. Aunque contigo creo que ya bastaría ¿cierto? tu luchas contra demonios.

—Si –dijo Eric levantando sus hombros, sin poder evitar entregarse a la agradable sensación de que Arial lo reconociera como alguien poderoso. Sin embargo, no le gustaba tener esas emociones, parecía un humano adolescente y eso era una tontería para la edad que tenía –pero tú... ¿no los eliminas para ayudar a la Luz? Sé que ustedes son más demonio que humanas, pero pensé que podrían querer ganar algo de crédito.

— ¿Por qué habría de hacer algo como eso? Ustedes envían arcángeles para acabar conmigo y Lilia, además de Ton Ton y todos los otros Nephilim que andan por ahí. Yo lucho contra los demonios que nos han tratado de perjudicar, que han acabado con mis amigo o han tratando de volvernos paranoicas... supongo que sabes que si se llegan a alimentar de nuestras emociones oscuras se hacen más fuertes ¿no? como cuando tenemos ciertos miedos.

—Claro que lo sé, su lado demoniaco las hace más apetitosas por decirlo de cierta forma, que un humano –ella asintió, poniendo atención a las facciones de Eric –entonces tienes amigos...

—Sí, no todos los demonios son malos, de forma aterradora.

—Ni siquiera comiences con eso, todos y cada uno de ellos deberían ser acabados –Eric se cruzo de brazos, mirando a los lados, esperando a que apareciera Lilia –tu amiga es muy impuntual a todo esto.

—Lo es y tu muy malhumorado ¿podemos hacer algo sobre eso? No, así que no comiences a criticar a los demás.

Ambos fruncieron su ceño, molestos con el otro. Justo en ese segundo apareció Lilia, corriendo.

— ¡Lo siento, lo siento! Tuve que ir a buscar mis cosas, ducharme, prepararme, comer algo...

—Sí, nos lo imaginamos –dijo Eric comenzando a caminar.

—Uy... que humor –dijo Lilia, mirando a su amiga –siento dejarte con él tanto tiempo.

—Ha sido un suplicio, pero me he dedicado a ver mi página de Facebook –mintió Arial, pensando en las alas de Eric.

Las dos se conocían tan bien como la palma de su mano, pero de todas formas se les daba muy bien las mentiras, las trampas y las estafas; toda acción malvada les salía a la perfección, es por eso que podían mentir tan bien que la otra no la descubriría. El hecho era que a ninguna le gustaba hacerle eso a la otra.

Un Ángel Traicionado (Segunda parte UAC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora