Capítulo 4

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Capitulo 4

Ya pasaban las diez de la noche cuando Adam terminó de relatarles todo lo sucedido a los hermanos Young. Cada uno de ellos se vio frustrado ante los nuevos acontecimientos ya que su esfuerzo se había visto desvalorado al acabar con Ethan como vampiro. Todo lo que habían hecho, no tuvo sentido.

—No ha ido a su departamento, hoy fui a checar el lugar, no hay rastro de vida en los últimos días –dijo Gaspar, mirando hacia la ventana, pensando en su amigo, ya que con los años Ethan se había vuelto en su confidente. Referente a problemas que el humano pudiera manejar.

—Tampoco ha visitado o llamado a Helena, su madre. Hemos tenido suerte –aclaró Mia, apoyada en el escritorio —ella está de viaje, pero esperaba poder tener una cena con su hijo y con Dana. Eso es dentro de tres días.

—Interesante –dijo Adam, cruzando sus piernas.

Estaba sentado en el sofá que había en la oficina. Lucía más joven con los jeans azules gastados, su suéter blanco que tenía bordado una flor de lis en el costado derecho, además llevaba una chaqueta de género color verde musgo con gorro forrado.

—Tendrá que llamar a su madre, quizás aun mantiene su celular ¿han probado llamando? –preguntó Adam.

—Fuera de servicio, sospecho que es debido a baja batería –respondió Gaspar. Se giró para ver al ángel caído –deberemos interferir en el teléfono de su madre ¿no crees?

—Sí, grabar y registrar cada llamada, que se identifique la ubicación de cada persona que se comunique con ella.

—Eso llevará tiempo –se excusó Mia.

—Antes de 24 horas eso debe estar listo –exigió Adam –no podemos dejar pasar nuestras oportunidades.

Ambos hermanos asintieron. Habían perdido la esperanza de descansar, ya que a medianoche debían proteger a las Nephilim, ser los ojos en sus espaldas para que tuvieran refuerzo por si las cosas salían mal.

—Debo ir por Sebastián, estoy seguro que él puede tener información de Ethan o de cómo ayudarlo. Hay que recurrir a todas nuestras opciones –sentenció Adam, que trataba de luchar contra el tiempo.

— ¿No crees qué ir a casa de Gabriel sería buena idea? –Mia susurró, temerosa de esa posibilidad ya que a pesar de ser tan o más valiente que su hermano en contra de los demonios, Gabriel le causaba cierto terror. Parecía tener un aura color sangre.

—Sí, pero no deben hacerlo –aclaró Adam –si alguien va, seré yo. Ahora es mejor que vayan a comer algo, preparen sus armas y se alisten que a medianoche las Nephilim esperaran por ustedes.

— ¡Si, claro! –dijo Gaspar riendo, antes había recorrido las calles con ellas. Para ese entonces ellas cubrían su espalda — ¿Cuál de las dos es más impuntual? –volvió a reír.

—Como sea, ustedes deben ver eso, yo ahora me debo ir.

Adam se puso de pie y se despidió de los hermanos Young que también debían preparar su vestimenta. Ellos necesitaban de más arreglos que solo salir a la calle para luchar. Ambos solo eran humanos, entrenados de forma estricta, pero humanos después de todo.

Adam salió del edificio y se subió a su Jeep negro para dirigirse a una de las entradas que tenía el Mercado Negro, debía averiguar en qué plan estaba Thomas, antes de ir con Sebastián. Esperaba que ya tuviera algo de información.

Para su suerte todos los semáforos estaban en verde, así no le tomó mucho tiempo llegar hasta esa casucha de madera que se estaba cayendo a pedazos. Había dos vagabundos borrachos que no sabían si soñaban o realmente aparecía cada cierto tiempo personas desde el suelo.

Un Ángel Traicionado (Segunda parte UAC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora